Lo hará público el propio protagonista en una rueda de prensa ya convocada para este miércoles.Se marcha Carlos González, actual Director Deportivo del Real Ávila. Será a finales de temporada, cuando además se lleve a cabo de manera efectiva el cambio de propiedad de un club que pasará a manos de un grupo de inversores de Madrid y que estará gestionado por DS360. Y todo ello tiene que ver con la decisión tomada en los últimos días por la que ha sido la persona más importante del club desde la llegada en 2016 de Gestfootball al Adolfo Suárez. Porque llegó para hacerse con las riendas deportivas del equipo pero en estos años ha sido el máximo responsable del día a día, la cara visible de un club mucho más complicado de gestionar de lo que pueda parecer desde fuera.
Se quería quedar Carlos González. Seguir en Ávila y en el Real Ávila ha sido siempre su primera y única opción pese a los movimientos de cambio de propiedad del club. Inclusive Álvaro Gómez y Alberto Cases, dos de los responsables de DS360, aseguraron en su encuentro con los medios de comunicación la continuidad de Carlos González como Director Deportivo. Sin embargo la realidad es que la decisión no estaba tomada.
Contaban con la figura Carlos González, pero desde otro punto de vista. Porque las intenciones de los nuevos propietarios del Real Ávila, los que de verdad ponen el dinero, es que aquellos que dirigen en estos momentos el RayoMajadahonda y el Paracuellos Antamira sean los mismos que tomen las decisiones del día a día en el Adolfo Suárez. En este escenario la figura de Carlos González quedaba reducida a 'coordinar' lo que otros desde fuera decidieran. Tiene claro el nuevo dueño del club que quiere a 'su gente' al mando del Real Ávila. Este recorte de atribuciones, la confianza que no han sabido transmitir a Carlos González para seguir en el club y la ausencia de proyecto y planificación deportiva para la 2022-23 dadas las alturas de año en las que nos encontramos han terminado por ser, según ha podido saber Diario de Ávila, el cóctel que ha llevado a esta decisión. Carlos González se despide de un club en el que quería seguir sí o sí, pero no para estar en un proyecto que, a día de hoy, desconoce deportivamente lo que quiere.
Se abre un escenario con el que no se contaba. De la tranquilidad inicial con el que comenzó este proceso, a la incertidumbre actual. Porque aquellos que a partir de ahora lleven el club lo harán desde 'cero', desde el total desconocimiento de la realidad del club pero también de la ciudad, sus instituciones e incluso de la masa social.
Supieron de la decisión de Carlos los 'capitanes'–junto a Llorián y Javi de Mesa, los jugadores más importantes del vestuario– y el propio Borja Rubiato a finales de la semana pasada y lo cierto es que ya fue un golpe emocional para ellos. Durante todos estos años Carlos González ha sido la persona de referencia de los jugadores.
Este lunes se lo comunicó de manera oficial al resto del vestuario, que lo cierto es que ya sabían de ello. Lo del Luis Ramos en Guijuelo tuvo mucho de todo, desde cuentas pendientes a lo emocional –«esta semana la cabeza no ha estado en lo que debía» cuentan desde dentro del vestuario– de una decisión que ha afectado especialmente a alguno de los jugadores, a los que ahora se trata de levantar el ánimo. El cambio de propietarios, la marcha de Carlos González y la ausencia, de momento, de una planificación deportiva –como ya adelantaba la pasada semana Diario de Ávila– que ofrezca estabilidad y tranquilidad llegan con los playoffs a la vuelta de la esquina. «Es una oportunidad única y debemos aprovecharla. Tenemos que crear entre todos un aura en la que la gente de Ávila se enganche» piden desde dentro.Y es que en estos momentos la plantilla necesita de sus aficionados. Necesita de todos.