Disparan contra el PP y contra los periodistas críticos, pero hay motivos sobrados para indignarse con el gobierno. Es un no parar de mentiras, engaños y compra de averiada a un tipo siniestro llamado Puigdemont. Pretende Sánchez hacer creer que sus acuerdos con Waterloo convertirán Cataluña en un paraíso social, pero es absolutamente falso. Como pretende también restar importancia a la corrupción en la que se han movido con habilidad, e importante beneficio, destacados miembros del sanchismo.
No parará, sigue bailando al son que marca Puigdemont, pero empiezan a verse señales inquietantes para su futuro. La prueba está en los esfuerzos de Moncloa y Ferraz para ocultar los aspectos más oscuros de la trama Koldo, que se puede llevar a todos por delante. Preocupa especialmente el papel que jugó la mujer del presidente para que la empresa que patrocina el departamento del IE en el que trabaja, fuera rescatada por el gobierno. Que se acabará sabiendo.
Inquieta que empiecen a hablar miembros de la trama corrupta si salen mal parados, docenas de altos cargos que se hicieron de oro comprando material sanitario a empresas ajeno a ese mundo, lo que derivó en material defectuoso. El periodismo de investigación continúa su trabajo sin hacer caso a los intentos de tapar un escándalo mayúsculo, e impedirán que Pedro Sánchez siga presumiendo de dirigir el gobierno más ajeno a la corrupción. Qué más quisiera. Los hechos son tozudos y sin que la publicación de nombres signifique taxativamente que se trate de personajes corruptos, sí se acrecientan las dudas sobre el comportamiento de dirigentes socialistas muy próximos al presidente que ya provocaron sospechas por el incremento de su nivel de vida y que ahora se comprueba que su riqueza merece, al menos una revisión exhaustiva.
La lista de los ocho, diez o doce personas importantes implicadas en la trama empieza a ser muy hiriente para los socialistas honrados, que los hay. Otra cosa es la honradez moral, como hemos apuntado en varias ocasiones, en ese capítulo el sanchismo deja mucho que desear, al hacer del engaño, la mentira y el todo vale todo un modelo de vida. A quienes actúan con ese comportamiento sin líneas rojas es difícil ganarlos, pero todo se andará.
Por los informes de la UCO circulan nombres muy significativos, que van más allá de los empresarios de poca monta que vieron en su relación con destacados socialistas una "mina" para hacerse de oro con la pandemia. En esa lista están la presidenta del Congreso, el ministro Torres, varios altos cargos del ministerio de Transportes aunque Puente ya ha iniciado la "limpia"; el líder del PSC y exministro Salvador Illa, el ministro de Interior y la mujer de Pedro Sánchez, entre otros. Y más que se irán conociendo.
Esta semana logrará sacar adelante la Ley de Amnistía promovida desde Waterloo, pero junto a la caída de personajes de su círculo, esa ley puede significar el principio del fin de Pedro Sánchez.