Probablemente entonces no lo supiera ni lo hiciera con ninguna intención pero la decisión de la madre de Silvia de apuntarla a clases de alemán siendo niña seguramente tenga algo que ver con que esta joven abulense haya terminado viviendo en Alemania, concretamente en Berlín. Allí llegó en 2012 para realizar prácticas laborales en el extranjero gracias a una beca Leonardo, aunque anteriormente ya había estado en Munich como Erasmus. Licenciada en Comunicación Audiovisual, nada más terminar sus prácticas Silvia encontró trabajo en la capital alemana donde ya hace casi doce años que vive y en donde al poco de llegar conoció a su pareja, un valenciano que también vivía en Berlín, y padre de sus dos hijos. Y es que pese a ser una gran capital europea, Berlín es una ciudad «cómoda» para vivir y para tener familia, cuenta Silvia que valora no solo las oportunidades laborales que ofrece una gran urbe como ésta sino también lo cómoda que es esta ciudad donde «hay muchísimas zonas verdes y muchos parques infantiles», lo que ella, madre de un niño que va a hacer tres años y para de una bebé de poco más de dos meses, valora mucho.
«Berlín es una ciudad paseable y con muchas oportunidades laborales», reconoce Silvia que de hecho hace algún tiempo y después de muchos años trabajando en agencias de comunicación se dedica al desarrollo web, lo que le permite trabajar en remoto y conciliar mejor. Es más, también habla esta abulense de las facilidades que la administración berlinesa da a las familias con hijos pequeños teniendo en cuenta que en Alemania la escolarización se retrasa hasta los seis años y que antes los pequeños pueden ir a guarderías sufragadas por el Gobierno.
«Cuando estoy en Berlín echo cosas de menos de España, y cuando estoy en España echo de menos cosas de Berlín», reconoce esta joven abulense que afirma que de ser posible «haría un país que fuera mezcla de ambos». Aún así, de España lo que más añora es el no estar cerca de la familia, en especial de sus padres aunque tiene la suerte de que su hermana Sara, profesora de español en un colegio berlinés, hace años que también vive en Alemania.
Las tapas, apunta, es otra de las cosas que habitualmente añora de nuestro país que tiene muy presente porque en Berlín, asegura, hay muchos españoles. «El berlinés es muy rudo y un poco borde por naturaleza», dice quien entre su círculo de amistades tiene a compatriotas y también latinoamericanos. «Fuera del trabajo siempre hablo en español», explica esta abulense que siendo pequeña, en Ávila, tomó sus primeras clases de alemán, un idioma que, reconoce, no le costó demasiado aprender.
Sobre el futuro, reconoce Silvia se ve viviendo en Alemania si bien apunta que desde que es madre viaja más a Ávila donde piensa pasar sus vacaciones de verano.