Mucho se está hablando estos días en España de lluvias, ríos que se desbordan, crecidas y temporales (en Ávila más de viento) pero lo cierto es que hasta el momento, a falta de nuevos datos, el embalse de El Burguillo no se está recuperando y se encuentra en niveles mucho más bajos que los que suelen corresponder a esta época del año.
Los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, hechos públicos este mismo lunes, señalan que este pantano contiene en la actualidad 26,12 hectómetros cúbicos de agua por los 201 que suponen su capacidad máxima. Llega a esta cantidad tras una mínima subida respecto a la semana anterior que es de 0,13 hectómetros cúbicos. Con estos datos sobre la mesa se ve que El Burguillo aún no llega al trece por ciento de agua embalsada (está en un 12,99 por ciento) y está muy alejado de los datos de la misma semana del año anterior cuando tenía disponibles 130,16 hectómetros cúbicos de agua y el embalse se situaba en un mucho más saludable 64,6 por ciento.
En cuanto a la situación de la cuenca, sí que se ve mejoría con una subida durante la última semana de las reservas disponibles aunque si se compara con lo que sucedía un año atrás, aún se ve que la cuenca del Tajo está 15,52 puntos por debajo, con 1.715 hectómetros cúbicos menos.
En la actualidad, los datos de la Confederación Hidrográfica indican que el total de reservas supera los 11.000 hectómetros cúbicos tras ganar 44 en los últimos siete días
visión desde el barraco. El Barraco es precisamente una de las localidades del Valle del Alberche que se abastece de forma directa desde el embalse de El Burguillo. Su alcalde, José María Manso, explica que en su caso cuentan con la ventaja que tras la instalación de la nueva toma, que queda por debajo de la anterior, no tienen problemas para el abastecimiento. Aún así, sí que quiere dejar claro que quizá sea el momento de «dejar que se recuperara porque sí que se ha visto que el río ha metido agua, sobre todo en gargantas como la de Iruelas, pero se siguen llevando agua y así no vamos hacia delante sino dejan de sacar agua y dejan que se recupere». Cree que las últimas lluvias caídas se irán dejando notar en el embalse, pero mientras tanto El Barraco como Navaluenga y San Juan de la Nava mantienen el abastecimiento gracias a esa nueva toma con la bolsa flotante y la tubería flexible que se pueden mover y así acceder al agua.