De París al cosmos con una impresora

E.Carretero
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Eduardo Sierra, fotógrafo con experiencia en impresión digital está al frente de la copistería de la calle Las Madres que durante 30 años regentó Jacinto Rodríguez y a la que puso su segundo y afrancesado apellido de nombre, ahora más universal

De París al cosmos con una impresora - Foto: Isabel García

A principios de este año Jacinto Rodríguez París protagonizaba estas mismas páginas para contar que, si conseguía traspasar su copisteria, esa que abrió en la calle Las Madres de la capital abulense en el inolvidable 1992, se jubilaría este año. No quería hacerlo sin estar seguro que su negocio, ese que tanto le costó levantar y con el que había conseguido una clientela tan fiel, seguiría en funcionamiento, aunque fuera en otras manos.   

Para Jacinto este miércoles fue su último día de trabajo. Y es que después de varios meses buscando a quién cederle el testigo de su negocio por fin ha encontrado quien se ponga al frente de sus fotocopiadoras. Se trata de Eduardo Sierra, un joven de 28 años que junto a su mujer Elaine llegó a Ávila hace algo más de un año procedentes de Colombia donde, casualmente, la pareja tenía un negocio de impresión digital. Experiencia no le falta pese a su juventud a Eduardo que reconoce  que afronta esta aventura empresarial con «muchas ganas». 

De hecho, este joven que además es fotógrafo y rotulista ya trabajaba desde Ávila para grandes empresas, sobre todo de Madrid, y ahora lo hará también desde esta copistería muy cercana al convento de San José en la que además de realizar fotocopias y escaneado de documentos también va a ofrecer otros servicios como vinilos adhesivos, rótulos, impresión sobre prendas textiles y fotografía de estudio y para empresas. 

«En Bogotá teníamos un negocio muy parecido y vinimos a España con esa mentalidad de seguir trabajando en esto», recuerda Eduardo antes de afirmar que cuando le presentaron a Jacinto y vio su negocio no lo dudó y decidió aceptar el traspaso. Un traspaso, eso sí, que implica nuevos servicios, ya que ellos van a ofrecer también publicidad impresa y digital, creación de contenido audiovisual y fotografía profesional, y también cambio de nombre en el negocio que a partir de ahora se denominará Cosmos Stories. Es lógico el cambio porque Copias París se llamaba así porque ése era el segundo apellido de su propietario, un toledano de Parrillas que llegó a Ávila a finales de los años 80 sin conocer  a nadie y que tras varios años de idas y venidas diarias a Madrid para trabajar se lió la manta a la cabeza y montó esta copisteria que en un primer momento estaba muy orientada a la impresión de planos habida cuenta de que el propio Jacinto era delineante de formación.

clientes-amigos. «Los amigos que tengo en Ávila los he hecho aquí», reconoce Jacinto al hablar de la relación tan estrecha que durante estas más de tres décadas ha establecido con muchos de sus clientes que ahora, desea, lo sean también de Eduardo.  

Curiosamente Eduardo también llegó a Ávila sin conocer a nadie y, como le ocurrió a Jacinto durante los primeros años, también viajaba a diario a Madrid para trabajar. «El tren sigue tardando casi dos horas y media como entonces», apunta Jacinto al hablar de otra de las coincidencias entre él y quien ha cogido las riendas de su negocio. 

Jacinto hizo el pasado jueves su última impresión pero las fotocopiadoras de esta copistería no se han apagado ya que Eduardo y su mujer Elaine continuarán con un negocio por el que durante los últimos 30 años han pasado centenares de abulenses y visitantes para realizar copias de sus documentos.