Últimos pasos en la unidad del dolor que se esperaba el lunes

B.M
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El delegado territorial de la Junta no dio fecha sobre su apertura en Atención Primaria, pero aseguró que está ultimada la infraestructura y el inmueble y están con el equipamiento

Una de las unidades de dolor de Castilla y León - Foto: Jonatan Tajes

Sanidad está dando los últimos pasos para la puesta en marcha de la Unidad de Afrontamiento del Dolor Crónico en Atención Primaria que, en un principio, se esperaba para el pasado lunes, según anunció en su momento el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez. Finalmente no llega en la fecha anunciada, si bien es cierto que el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández Herrero, aseguró que tienen «ultimada» la infraestructura y el «equipo humano que va a atender la unidad», aunque no señaló cuál será la ubicación ni con qué personal se contará.

Por otra parte, añadió que también están «con los trámites del equipamiento necesario para que esa unidad pueda funcionar con absoluta normalidad, garantía y eficacia».

«No tardará», señaló el representante de la Junta de Castilla yLeón en Ávila, que añadió que se trata de una infraestructura que es «un avance importante».

Ya cuando se dio a conocer la unidad, desde la Junta de Castilla y León se indicó que está destinada al afrontamiento activo del dolor como un proyecto que va a permitir incorporar nuevas técnicas más allá de las tradicionales, de cara a «las personas que no respondan a los tratamientos, y que también fomentará la prevención y la educación para la salud, abordando aspectos como el ejercicio físico. En ese sentido, ya a finales de mayo se señaló que se estaba formando a los profesionales y definiendo a la estructura para que la unidad estuviera operativa a la vuelta del verano. En este sentido, la directora de Atención Primaria de Ávila, Ana Arconada, detalló que la idea era arrancar con un número pequeño de fisioterapeutas, con esa intención de cambiar el modelo del manejo del dolor crónico para «evitar que se llegue a eso y que los pacientes entiendan por qué pasa eso». 

Según los datos de finales de junio, en Castilla y León estaban activas este tipo de unidades en  Valladolid, Palencia y Burgos, donde se había atendido a un total de 4.000 pacientes desde su creación.

En el momento de anunciar también la de Ávila el propio consejero de Sanidad habló de la posibilidad de extender esta atención a las zonas rurales, aunque precisó que para ello sería necesario un equipo muy grande y que «hay que ir desarrollando poco a poco, dada la extensión y la dispersión de la población en el medio rural»