"Aquí uno debe seguir siendo siempre fiel a su concepto"

Darío Juárez Calvo
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El próximo 5 de septiembre, la plaza de Valladolid verá convertirse matador de toros a Mario Navas, ganador del Circuito de Novilladas de Castilla y León 2023, que tomará la alternativa de manos de Morante y con Juan Ortega como testigo

"Aquí uno debe seguir siendo siempre fiel a su concepto" - Foto: Silvia Olmedo

Un sol de justicia remendado por ráfagas de aire pucelanas atestigua el encuentro con Mario Navas frente al monumento a Miguel Delibes en el corazón del Paseo Zorrilla de Valladolid; la ciudad donde nació hace veintitrés años y que el próximo día 5 de septiembre le verá hacer el paseíllo en su plaza para convertirse en matador de toros. Una alternativa soñada de manos de Morante, el genio de La Puebla, y de otra de las grandes sentencias de la sevillanía actual como es el trianero Juan Ortega. Con toros de Juan Pedro Domecq. 

Allí, en la capital de Castilla y León, vivió sus primeros trece años de vida. Sentado en los pupitres del Colegio Ave María y en las faldas de su progenitor, además de profesional taurino, Félix Navas, soñaba con algún día hacer el paseíllo en el ruedo de su plaza. A los 13 se traslada a Marbella a vivir con su familia, donde dos años después se inscribe en la Escuela Taurina de Málaga. Pero no es hasta los 18 cuando decide poner rumbo a Salamanca para comenzar realmente su andadura profesional más asentada en el seno de la escuela de la ciudad, donde acabaría debutando en público y empezaría a ganar bolsines de novillero sin picadores. Con ellos, los del castoreño, debuta hace dos años y es entonces cuando empieza a darse a conocer con un toreo clásico y cargado de pureza que hace recordar a los grandes toreros del Sur, presentándose en Madrid en marzo del pasado año despachando una gran tarde que destapa definitivamente al torero. En 2023 se alza como ganador del Circuito de Novilladas de Castilla y León, organizado por la Fundación Toro de Lidia, y este verano como el flamante triunfador de 'las nocturnas' de Las Ventas. 

Desde hace dos años para acá, cuando debutó con caballos en Ampudia, los veranos ya no han vuelto a ser iguales que con los 'diecitantos'.

No, por supuesto. Han pasado dos años, he ganado en experiencia, en madurez, he crecido en la profesión como torero y como persona, también. Pero sobre todo creo que he crecido porque he ahondado en mi toreo, en mi concepto.

Intuyo que se sufre mejor el calor enfundado en un vestido de torear.

Por supuesto, por supuesto… Y ojalá pasase mucho calor de esta manera [ríe]. Al final, el vestido de torear es tu segunda piel y, como tú has dicho, se lleva mucho mejor.

¿Cómo fue para usted cambiar las pistas de fútbol del colegio por el albero de la Escuela Taurina de Málaga?

Pues una maravilla [ríe]. Bueno, yo jugaba al fútbol, no porque me gustase, simplemente porque mis padres me apuntaron como algo extraescolar. Lo que siempre he jugado es al toro con mi hermano desde pequeño y cuando me dieron la oportunidad de empezar a dar mis primeros pasos en una escuela taurina fue, efectivamente, en Málaga. 

Aquel niño regresó a Castilla para instalarse en Salamanca y dar forma al torero y al hombre que es hoy.

Sí, en Salamanca ha sido donde más he crecido como torero. Donde he podido comenzar a dar mis primeros pasos más en serio, más de verdad, a formarme como torero y, sobre todo, como persona. A tener los valores de los que hoy carece la sociedad.

Se puede decir que se trajo los aires del sur en la maleta y en la muleta.

Bueno, eso ya no lo sé. Creo que eso va con uno mismo, eso no se puede aprender. Uno debe sentirlo por dentro y poder sacarlo y expresarlo.

Su debut en Madrid y las tardes que han venido después en su ruedo, ¿han sido un punto de inflexión más para el hombre o para el torero?

Más para el torero porque, desde mi debut en Madrid, lo que me ha dado ha sido confianza y convencimiento en mi toreo, en mi concepto, en mis formas, a creer más en mí. Y como persona también me ha hecho madurar mucho para ver las cosas tal y como están en la profesión. A conocerla y a intentar ganarse uno por sí mismo las tardes en el ruedo.

Ganar varios bolsines sin caballos fue un trampolín que le dio nombre en su etapa con caballos que termina ahora, del mismo modo que los certámenes que logró ya con picadores en el Circuito de Castilla y León en 2023 y 'las nocturnas' de Las Ventas de este año le allanaron el camino a la alternativa del próximo día 5 aquí en Valladolid. 

La verdad es que sí. Gracias a Dios he tenido la suerte de poder participar en estos bolsines y certámenes y en alguno de ellos poder plocamarme como triunfador. Sí que es verdad que muchos han sido un trampolín para darme a conocer al aficionado, sobre todo.

Para un torero de corte clásico como es el suyo, ¿qué supone convertirse en matador bautizado por Morante y en presencia de Juan Ortega?

Son palabras mayores. Creo que son los toreros a los que más admiro hoy en día. Es un sueño, el cartel soñado. El maestro Morante, un torero histórico, al que hoy en día podemos seguir disfrutando de verlo, y el maestro Juan Ortega, otro grandioso torero que está en un momento sublime. Es un auténtico privilegio que ambos sean mi padrino y testigo de alternativa. 

¿Más miedo o más respeto?

Respeto, mucho respeto, porque a uno le hacen sentirse muy inferior, evidentemente, por sus formas de torear y por lo que han conseguido, pero creo que la ilusión del día y del cartel suple todo eso.

El hecho de tomar la alternativa en Valladolid, en tu tierra, además de orgullo, ¿es sinónimo de tranquilidad o de lo contrario? 

Ni una cosa ni la otra, solamente orgullo, mucho orgullo. Me siento un privilegiado de poder tomar la alternativa en mi tierra rodeado de familiares y amigos.

Han pasado ya once años desde que un vallisoletano no se convertía en matador de toros. Ya hora de que Pucela pariera un torero.

Pues sí, creo que Valladolid está necesitada de un torero de la tierra que genere ilusión y más aficionados que los haga acudir a las plazas de toros. Era necesario para Valladolid.

Aunque tomarla en septiembre, a final de temporada, ¿significa verse obligado a arrear ese día para posicionarse en las ferias del año que viene desde el principio?

Bueno, Dios dirá. No creo que sea un día para jugárselo todo, simplemente para disfrutarlo.

El invierno pasado le entrevisté para porelpitonderecho.com. Entonces me dijo que la pureza era innegociable independientemente de la plaza y del toro que tuviera delante. ¿Hoy lo sigue siendo?

Sí, por supuesto que sí. Aquí uno debe seguir siendo siempre fiel a su concepto y a sus formas, aún teniendo lo que tenga por delante.

Al final se trata de torear como se es. Y que no se entere el maestro Juan (Belmonte) desde ahí arriba de lo contrario.

Así es, le seré fiel siempre a esa frase que dijo el maestro y que tanta verdad tiene.

A partir del día 5, los animales que lidie tendrán uno o dos años más que lo que hasta ahora conocías. ¿Da más miedo ese cambio o no estar a la altura de las expectativas creadas sobre el Mario Navas torero?

A mí me genera más miedo no estar a la altura de las expectativas que se hayan creado, las que se empiecen a crear sobre mí, pero sobre todo las que se pone uno personalmente; no llegar a alcanzar eso que uno se propone es lo que me da realmente miedo.

Su padre fue novillero primero y subalterno después. ¿Ahí reside el origen de su afición?

Sí, sin ninguna duda. Al final he vivido el toro en casa desde pequeño, así es como me lo han inculcado. Como te decía antes, desde pequeño también he jugado al toro con mi hermano y de ahí, gracias a Dios, me viene la afición, y me siento un afortunado por ello.

¿Qué ha supuesto en su concepto del toreo y de la vida la mano de Manolo Sánchez como apoderado?

Un privilegio que un grandioso torero como es el maestro Manolo Sánchez pueda acompañarme y lleve las riendas de mi carrera. He tenido la oportunidad de conversar con él, de que me haya acompañado al campo, a la plaza, y el poder aprender tantas cosas sobre el toreo a su lado.

¿Y la del maestro Rafael de Paula como consejero?

También porque, más que un privilegiado, el hecho de poder haber echado tantos y buenos ratos con el maestro allí en su casa de Jerez, y que me haya podido acompañar alguna vez al campo pues… Ya sólo con escucharle las experiencias, las anécdotas, alguna explicación sobre el toreo con el capote o cómo agarrar la muleta, creo que es algo que enriquece. 

¿Vendrá a verle convertirse en matador de toros el próximo día 5?

Pues el otro día hablé con él y sí que quería subir. Estamos ahí, a ver como lo podemos arreglar para que venga cómodamente desde Jerez.

La primera gran meta de un torero es llegar al sueño de la alternativa. Una vez se cumpla el próximo día 5, ¿cuál o cuáles vienen después?

La que he tenido siempre. Ojalá, Dios quiera, la vida me lo permita y los toros me respeten para algún día llegar a ser figura del toreo y escribir páginas grandes en la historia del toreo.