La Junta presentará próximamente un plan para la industria agroalimentaria, que contará con un presupuesto inicial de cuatro millones para mejorar el desarrollo económico, la sostenibilidad, la mejora de la competitividad y la formación, la promoción y la comercialización y la investigación, desarrollo e innovación de esta industria.

El consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas, lo anunció ayer durante la presentación en las Cortes de las cuentas de su departamento en el proyecto de presupuestos de 2024, que ascienden a 1.528 millones, situando a la agricultura y la ganadería en tercera posición tras Sanidad y Educación. «Esto demuestra que Vox tiene en consideración al sector agrario y la industria agroalimentaria de Castilla y León como sector estratégico para la Comunidad», indicó a Ical.

Dueñas explicó que la Dirección General de Industria y la Cadena Agroalimentarias contará con 94 millones de euros, un 8,17 por ciento más, entre cuyas partidas destacan los 54,12 millones de subvenciones para la inversión productiva de la industria agroalimentaria, un 16,42 por ciento más que en 2023.

El objetivo es «contribuir a la creación de empleo, al mantenimiento de la actividad económica y de la población en muchas de nuestras zonas rurales», fortaleciendo un sector que «potencia la agricultura y ganadería por el efecto tractor que ejerce sobre el sector primario».

No obstante, esta industria genera el 29,23 por ciento de la cifra de negocios de todo el sector industrial de la Comunidad, con una facturación superior a los 12.300 millones y un número de empleos que alcanza los 42.786, «el 31,57 por ciento de toda la industria» de Castilla y León.

Además, Dueñas también reiteró la apuesta de su Consejería por el cooperativismo, al ser «un modelo de empresas creadas y dirigidas por los agricultores y ganaderos que favorecen la rentabilidad y la viabilidad de las explotaciones». Por ello, se destinarán 2,8 millones.

Actuaciones sobrevenidas.

Por otro lado, la Consejería destina 54 millones de fondos propios a la atención de situaciones sobrevenidas, como la sequía o las enfermedades del ganado como forma de dar respuesta a problemáticas que el pasado año azotaron al sector primario y que empeoraron la ya complicada situación como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania.

Esa situación internacional, junto a la repercusión de la segunda peor cosecha de cereal de invierno de los últimos 10 años, a la aparición de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en la cabaña ganadera y a la aplicación de la nueva PAC que conlleva «un exceso de requisitos ambientales y poco adaptable a las necesidades cambiantes», ha desatado una «gran tormenta».

De ahí que Dueñas reclamó a la UE y al Ministerio «una respuesta a las demandas justas del sector», que en Castilla y León se traduce en esos 54 millones de fondos propios para apoyar al sector ganadero frente a la EHE o al campo frente a la sequía, incendios u otras circunstancias.