De Valencia, los abulenses tenemos su luna y el nombre de un palacio y de una duquesa. Si para propios y extraños fue toda una sorpresa observar el pasado 20 de octubre a una comitiva de falleros pasearse por las calles de Ávila y fotografiarse en El Grande ante una cohorte de medios de comunicación, la estampa que se intuye para los próximos 6 y 7 de abril no le va a ir a la zaga. Esos días, si el tiempo y la autoridad competente lo permiten, la ciudad de las murallas, la austera capital de leyendas, caballeros y místicos, plegará su silencio invernal para dar paso a la plantá y cremá de una falla y todo lo que le rodea: sus floridos y ruidosos pasacalles, los buñuelos, la paella y, cómo no, sus alardes pirotécnicos.
Ya se sabe que la diáspora abulense tiene de todo: políticos, deportistas, guardias, taxistas…. y desde hace no mucho, también falleras. La más conocida de ellas se llama Cristina Jiménez Rodríguez, una joven de 27 años que el otoño pasado hizo realidad su doble sueño de convertirse en Fallera Mayor de su localidad de residencia, Carcaixent, y de coronarse como tal en su querida Ávila natal. Lo primero sucedió el 27 de septiembre; lo segundo, el ya citado 20 de octubre.
Ese día, el Palacio de los Verdugo acogió una solemne y colorida investidura, en la que, además de Cristina y su familia, estuvo presente una amplia representación de autoridades y vecinos de la localidad valenciana. La joven abulense, que reside en Carcaixent desde hace cinco años, donde trabaja como protésico dental, regresará a Ávila el 6 de abril, para trasladar el sentir de las fiestas valencianas, haciendo realidad el espíritu del reglamento fallero: «Las fallas pondrán especial interés en el uso y propagación de nuestra cultura, lengua y tradiciones, al mismo tiempo en la defensa de nuestra indiscutible y diferente personalidad».
La Junta Local Fallera de Carcaixent tiene previsto, además de la plantá de una falla, montar una carpa para acoger al grupo de falleras y falleros -unos 250- que se desplazarán a la ciudad amurallada «así como a los abulenses que quieran compartir la fiesta desde dentro, desde un casal fallero», explican en una nota de prensa. Un fin de semana, por tanto, con aire y sabor mediterráneo, en el que el nombre de Valencia y de sus fallas quedará impreso para siempre en la imagen de la crónica local, por detrás de su luna y de la célebre aristócrata en cuyo palacio se levantará el Prado abulense.
EL PROGRAMA
Sábado 6 de abril
10,30 horas: Almuerzo
12 horas: Pasacalles
14 horas: Comida-fidegua
18 horas: Elaboración y degustación de agua de Valencia, de zumo natural de naranja y de buñuelos.
21 horas: Cena.
23 horas: Orquesta.
Domingo 7 de abril
09 horas: Despertá.
10,30 horas: Almuerzo.
11,30 horas: Misa.
12,15 horas: Ofrenda a Santa Teresa de Jesús.
14 horas: Comida-paella valenciana.
18 horas: Pasacalles.
21 horas: Castillo de fuegos artificiales.
21,15 horas: Crema de falla.
22 horas: Cena.
Carcaixent, la media naranja de Cristina
Carcagente (en valenciano y oficialmente, Carcaixent) es un municipio español de la provincia de Valencia, Comunidad Valenciana, perteneciente a la comarca de la Ribera Alta. Tiene una población de 20.687 habitantes. La conurbación que forma en la actualidad con los municipios de Alcira y Algemesí constituye, con sus 95.000 habitantes, el segundo núcleo de población de la provincia, tras la capital y su área metropolitana. La agricultura ha sido la actividad más importante hasta hace poco tiempo. Basada en el monocultivo y comercio de la naranja desde el siglo XVIII ha ido dando paso a una industria de transformación de los cítricos y a un incremento del sector servicios, en el que trabajan dos tercios de la población.