Cuatro equipos de alumnos del Instituto de Educación Secundaria Obligatoria Sierra del Valle de La Adrada participaron, junto a sus profesores, este jueves en la competición CanSat. Una competición que tuvo lugar en Herrera de Pisuerga, siendo el lanzamiento a nivel autonómico, y donde el instituto de La Adrada fue el único IES de la provincia seleccionado para participar en el proyecto.
El proyecto europeo CanSat es promovido por la Agencia Espacial Europea (ESA), que está dirigido a los estudiantes de enseñanza secundaria y abarca sobre todo temas curriculares de tecnología, física y programación. Además, CanSat utiliza esos contenidos teóricos de manera interdisciplinar y fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, a través de la experiencia práctica que se adquiere trabajando en un proyecto espacial a pequeña escala, según informa el instituto.
Un CanSat es una simulación de un satélite real integrado dentro del volumen y la forma de una lata de refrescos. El desafío para el alumnado consiste en introducir en un espacio reducido los principales subsistemas de un satélite de verdad, como alimentación eléctrica, sensores y un sistema de comunicaciones, para a continuación lanzar el CanSat a una altitud aproximada de un kilómetro, dejándolo caer desde una plataforma, mediante un dron, un globo cautivo, un cohete, o cualquier otro método, según explican desde el instituto. De esta manera, consiste en lograr un aterrizaje sin daños.
De esta manera, a través del proyecto CanSat los equipos participantes realizan todas las fases de un proyecto espacial real, desde la elección de los objetivos de la misión hasta el diseño del CanSat, la integración de componentes, la comprobación del sistema, la preparación del lanzamiento y el análisis de los datos obtenidos. Asimismo, el alumnado aprende de manera práctica, se familiariza con la metodología de investigación, que suele utilizarse en las profesiones científicas y técnicas de la vida real, adquiere y refuerza conocimientos sobre tecnología, física y programación, refuerza sus capacidades sociales, comprobando la importancia de la coordinación y el trabajo en equipo, potencia su capacidad comunicativa y fomenta su espíritu autocrítico, creatividad y su motivación por aprender.