Ávila volvió a convertirse este sábado en el punto de reunión de los aficionados a la radiocomunicaciones de España, pero también de otras partes de Europa y del mundo. El Lienzo Norte acogió desde primera hora de la mañana la IV edición de IberRadio, la octava en la ciudad, con la participación de más de 2.100 inscritos, 56 expositores de asociaciones y colectivos y más de 40 puestos de venta de equipos nuevos y de segunda mano. Talleres y conferencias integraron la programación de una jornada intensa que volvió a demostrar «un nivel de éxito elevado» en cantidad y calidad, tal y como comentó Víctor M. Spínola, presidente de la Unión de Radioaficionados Españoles (URE), la entidad encargada de la organización.
Tras destacar la colaboración del Ayuntamiento de Ávila, Spínola señaló que este año han tenido la suerte de contar con «algunos de los mejores radioaficionados del mundo». Entre los asistentes destacó al presidente de la Unión de Radioaficionados de Indonesia pero también a representantes de Francia, Italia, Suiza, Alemania o Bélgica, además de distintos puntos del país. De Huesca llegó Queralt, una niña de 11 años que acaba de obtener la licencia de radioaficionado para convertirse «en la más joven de España».
Hoy son unas 30.000 las licencias que existen en España (300 en Ávila), de los que la URE engloba a 7.500. «Como toda afición tuvo su punto álgido y su bajón, pero ahora estamos notando un incremento paulatino, lento pero sostenido, en las licencias», destacó el presidente de la asociación «más representativa del sector» y que este año, precisamente, está celebrando su 75 aniversario.
Spínola subrayó la capacidad del colectivo para adaptarse a los nuevos tiempos y para estar a la vanguardia de la tecnología. «Cuando no había teléfonos móviles el radioaficionado se comunicaba con walkie talkie o con un transmisor de válvula instalado en el coche, somos, en el mejor sentido de la expresión, el conejillo de indias de la tecnología», explicó, para añadir que «hoy tenemos una buenísima punta de lanza con los satélites, que se ponen en órbita y los podemos operar radioaficionados de todo el mundo».
En la feria no faltó el espacio para los satélites, las novedades mundiales de nuevos equipos, antenas y desarrollos y se habilitó un mercado de segunda mano para el intercambio. «El radioaficionado suele empezar con un equipo modesto y luego va mejorando porque esto engancha», indicó el presidente, quien también comentó otras actividades como una conexión con la Estación Espacial Internacional y centros educativos, dado el interés por «encaminarnos a la juventud» y a alumnos de tecnología. También resaltó la presencia de la UME y el papel que realizan los radioaficionados para aportar o estar a disposición para las emergencias.
El alcalde de Ávila, José Manuel Sánchez Cabrera, destacó la importancia de este encuentro internacional para Ávila, que «cada vez sorprende más» para que la ciudad volviera a ser «el centro de las telecomunicaciones del mundo».