La antigua iglesia de San Martín, en Arévalo, sede principal del proyecto cultural Collegium, ha acogido esta tarde un hecho sin igual. Por primera ocasión se ha abierto al público una exposición de producción individual, bajo el título '¿Cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler?' a cargo de la artista mexicana Bárbara Sánchez-Kane y que podrá visitarse hasta el próximo domingo 7 de septiembre.
Comisariada por José Esparza Chong Cuy, se trata de una serie de obras, a través de las cuales, se utiliza la moda como una herramienta de crítica contra los poderes establecidos. La muestra, que toma su nombre del texto Nuevo catecismo para indios remisos, del escritor mexicano Carlos Monsiváis, cuestiona desde un enfoque irónico los mecanismos de adoctrinamiento y cómo estos se replican en la actualidad mediante las dinámicas del consumo y el capitalismo contemporáneo. «La pregunta de ¿cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler? deja una respuesta abierta a todos los cuerpos que puedan entra sobre ella, que es más importante que los ángeles. Explica cómo estructuras como la religión, la política o la moda pueden atar el cuerpo al cuerpo y dejar de lado su autonomía y sus diferentes subjetividades», explicó la artista sobre aquello que trata de plasmar con esta nueva exhibición.
Sánchez-Kane encontró la inspiración en su México natal, donde las estructuras de poder y el catolicismo están muy presentes. Por tanto, no le resultó demasiado complicado representarlo desde el punto de vista de una artista. La mexicana, con formación en diseño industrial y en moda, trata de conectar la religión con esta última, del modo que ambas funcionan como sistemas que regulan los comportamientos y los deseos de las personas. La exposición invita a los visitantes a reflexionar sobre las estructuras que configuran los cuerpos, sus movimientos y sus hábitos, proponiendo nuevas formas de autonomía y cuestionando las jerarquías establecidas. «Aborda la identidad y cómo ciertas estructuras de poder tienen un impacto en los cuerpos», expuso el comisario José Esparza Chong Cuy.
En su primer día de apertura, un nutrido grupo de arevalenses se acercaron hasta la iglesia de San Martín para conocer la primera muestra que Bárbara Sánchez-Kane realiza en España. Para los responsables de Collegium supuso un honor que la mexicana debutara en nuestro país precisamente en Arévalo. Una propuesta que le llegó por invitación (tanto para ella como para el comisario) que aceptaron sin pensar. Colgadas en unos andamios que dominan casi todo el interior del antiguo templo, elementos como los cinturones de cuero, el bronce, los sacos de boxeo y hasta astas de banderas se transforman en esculturas y prendas que evocan figuras sagradas (los ángeles), uniformes y armaduras. De este modo, la artista convierte estas herramientas relacionadas con la autoridad y la disciplina con otras formas de resistencia, expresión y liberación.
Una primera exposición que, tanto por parte de los artistas como de Collegium, esperan que no sea la última. «El campus que Collegium planea desarrollar en los próximos años es sumamente interesante y supone una gran oportunidad para poder estar en diálogo con artistas que cuestionan ese tipo de asuntos», comentó José Esparza. Tanto el comisario de la muestra como Bárbara dejan abierta la puerta a colaborar con el proyecto cultural de Arévalo en el futuro. Pero el futuro aún es muy lejano. Hasta el mes de septiembre toca disfrutar de la obra de la artista mexicana, con la que se intenta enfrentar al poder establecido a través de la moda.