En busca de José Antonio

E.Carretero
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Daniel Vicente, vecino de Ávila y policía local de Alba de Tormes, dentro de una batida organizada por Ucas de Arrate, sobrevoló con su dron días atrás la Sierra del Candelario (Salamanca) donde el 29 de diciembre desapareció un montañero catalán

En busca de José Antonio

José Antonio Martínez, de 45 años, desapareció el 29 de diciembre en la sierra de Candelario cuando trataba de realizar la ruta entre la plataforma de El Travieso y la cima del pico El Calvitero, a unos 2.400 metros de altitud y situado en el límite entre Castilla y León y Extremadura. Ese mismo día su pareja, Mercedes, alertó de su desaparición, que dio lugar a una búsqueda por parte del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña. Desde entonces se han realizado varias batidas, tanto por parte de la Guardia Civil como por rescatistas voluntarios, sin que hasta el momento se tenga ningún dato de qué le pasó a este catalán aficionado a la montaña.  

La última batida tuvo lugar hace dos fines de semana y estuvo organizada por  la Unidad de Perros de Rescate y Salvamento UCAS de Arrate de la localidad de burgalesa de Cubos de Bureba que una vez más peinaba esta zona para intentar localizar a José Antonio. De hecho, el jefe de esta unidad, Valeriano de la Calle, se desplazó a la sierra del Calvitero un día después de la  desaparición con sus perros, que confirmaron que José Antonio había estado allí y que había llegado a la zona más alta de esta sierra. 

«Es una búsqueda muy difícil y complicada», reconoce el jefe de esta unidad de rescate, que habla de los 12 grados bajo cero que en esa zona de la sierra se registraron la noche en la que José Antonio desapareció o de los vientos de 80 kilómetros por hora, eso sin contar con la intensa niebla que había en aquella jornada que pudo hacer que este montañero se perdiera o que cayera en alguna sima de la zona conocida como Las Agujas, formada por rocas muy altas con muchas grietas a las que es  imposible acceder. Por ese motivo, en la última batida, De la Calle pidió contar con drones que pudieran adentrarse en estas rocas y en sus grietas. Una llamada a la que respondieron cuatro expertos en manejo de estos vehículos aéreos no tripulados, entre ellos el vecino de Ávila Daniel Vicente Tabernero, policía local responsable, además, de la unidad de drones de la Asociación de Policía Local de Alba de Tormes y Terradillos (Salamanca).  

En busca de José AntonioEn busca de José Antoniozona escarpada. Daniel Vicente, que forma además parte de un grupo de policías y guardia civiles aficionados a los drones, no se lo pensó y se sumó a la llamada de Unidad de Perros de Rescate y Salvamento UCAS de Arrate. «Son unos riscos a los que no se puede acceder», explica este vecino de la capital abulense el lugar por el que tuvo que pilotar su dron en esta búsqueda que sin embargo nuevamente no dio resultados si bien es cierto que tan solo se peinó una pequeña parte de esta zona escarpada. Por ese motivo, adelanta De la Calle, el próximo 4 de noviembre se llevará a cabo otra batida en este lugar en la que además de drones como los aportados por voluntarios como Daniel Vicente también se contará con otros que son capaces de mapear y cartografiar de tal forma que posteriormente pueden buscar y localizar determinados colores en una amplísima zona cartografiada. La idea, explica el responsable de esta unidad de rescate formada por voluntarios, es localizar todo lo que sea rojo, que es el color de la camiseta que el día que desaparición llevaba el montañero catalán. 

Una búsqueda en la que los drones seguirán adentrándose en estas grietas que Daniel Vicente observó con detenimiento días atrás tratando de encontrar algo que indicará qué le pasó aquel 29 de diciembre a José Antonio. «La zona es muy escarpada, tiene paredes verticales muy altas», explica este policía local lo complicado de esta orografía y también de esta búsqueda en la que incluso participaron espeleólogos por si hubiera sido necesario descender por esas inmensas paredes de piedra, algo que finalmente no ocurrió porque ni los drones ni el resto de voluntarios, 16 en total en la última batida, encontraron ningún rastro que pudiera indicar qué pasó con José Antonio. 

Ésta ha sido la primera búsqueda de este tipo en la que participaba este vecino de la capital abulense que habla de la complejidad de estos trabajos en una zona en la que las rachas de viento son «muy fuertes». Y aunque este policía local participó en esta búsqueda en su día libre, lo hizo con el visto bueno de su Jefatura de Policía y de hecho en esta batida utilizó un equipo de la Asociación de Policía Local de Alba de Tormes y Terradillos, en la que trabaja y en la que, de hecho, hace casi tres años puso en marcha la unidad de drones que desde entonces se emplean en labores de observación y vigilancia, inspección de edificios o ruinas, vigilancia de incendios, medición de terrenos, búsqueda de vertidos ilegales o seguridad ciudadana.

Tanto Daniel Vicente como Valeriano de la Calle lo tienen claro:que se siga buscando a esta persona, que es el objetivo que desde aquel 29 de diciembre persigue Mercedes, la pareja de José Antonio. «Esta mujer es una heroína porque cualquier otra búsqueda pasados seis o siete días sin resultados se abandona», asegura el jefe de la unidad canina de rescate Ucas de Arrate al hablar del tesón de esta mujer que ha hecho que las batidas no cesen, tanto por parte de grupos de rescate oficiales como de agrupaciones de voluntarios.