Si se quiere y se trabaja, se puede, dejó dicho Simeone después de uno de sus triunfos más célebres. Una frase que ha hecho suya el Colegios Diocesanos para acometer una operación remontada en la que pocos creían. Partido a partido los muchachos de Iván Lastras han demostrado que nada tienen que ver con el esquema desdibujado de la primera vuelta y ya empiezan a mirar de reojo los puntos que restan para permanecer una temporada más en la categoría. No es para menos después de la valiosa victoria lograda ayer en La Virgen del Camino ante uno de los rivales más temibles cuando ejerce de anfitrión. El CD La Virgen del Camino está undécimo con treinta y dos puntos, en una zona de la tabla bastante cómoda, y además, si obtiene los tres puntos se garantiza una jornada más su posición en la categoría, mientras que, el CD Colegios Diocesanos se encuentra decimosexto con diecisiete puntos, en zona de descenso. Su principal objetivo hoy es ganar para intentar salir de estas plazas de la tabla.

Comenzó con el bastón de mando el once elegido por Nanín para dejar los tres puntos en Los Dominicos. Lo hizo, como es habitual, con una propuesta de fútbol directo en la que abundaron los envíos al área rival y la querencia por las segundas jugadas a base de acumular hombres en la frontal. Una receta que ha servido para convertir el terreno de juego del alfoz leonés en un fortín jornada tras jornada y temporada tras temporada. Así llegó la primera opción local para abrir el tanteador al borde del cuarto de hora de enfrentamiento con una sucesión de saques de esquina que culminó con un lanzamiento por encima del travesaño. Respondió el equipo de Iván Lastras mediante una buena combinación de Jorge y Sergio que remató Fer sin encontrar el premio esperado. Una vez realizadas las presentaciones por ambos bandos, ganaron peso en el juego los mediocampistas con excesivo balón dividido y poca claridad en un césped en muy mal estado que no invitaba a las florituras.

Ya cerca del paso por los vestuarios volvió a la carga el Dioce con una internada surcando la línea de cal de Nacho para colocar un centro que remató Miguel antes de que el guardameta repeliese el cuero en una intervención de mucho mérito. Fue la ocasión más clara de una primera parte que tuvo más brega que brillo. Quizá por quedarse la respuesta suspendida por el descanso, los muchachos de Nanín se lanzaron en ofensiva sobre la meta de Mario en el regreso a la acción con una llegada de Miguel Ángel que evitó Mario in extremis cuando el banquillo virginiano ya celebraba la diana.

Entró entonces el envite en un carrusel de cambios que desdibujaron el decorado hasta que las piernas frescas se adueñaron del ritmo para generar un choque más abierto en ambas porterías. Pese a ello, las opciones a balón parado siguieron siendo capitales en el desenlace final como demostró Pablo Negro. Uno de los jugadores más en forma dentro del vestuario amarillo se encargó de consolidar las opciones de permanencia de sus compañeros ganando la espalda a su marcador en un lanzamiento de falta lateral botado por Pitu que remachó junto al poste para hacer subir el 0-1 al casillero. Acto seguido fue Nacho quien pudo sentenciar el choque con otra excelente maniobra ofensiva. Sin embargo, el botín era demasiado preciado como para arriesgarlo con alegrías en el campo contrario. Iván Lastras ordenó replegar filas y ahuyentar cualquier conato de rebelión virginiana en un final de partido cargado de suspense y de jugadores verdiblancos en territorio amarillo.