En tiempos de dificultades de aparcamiento (cada vez más), proliferación de obras y más concienciación medioambiental, y cuando empiezan a esbozarse ya las restricciones de movilidad que vendrán con la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (prevista para el próximo año), el transporte público sigue ganando enteros como alternativa al vehículo privado y recurso ya de primer orden para articular la movilidad de los abulenses por la ciudad. Hasta el punto de que el servicio de autobús urbano de Ávila marcó el año pasado el récord de usuarios, con cerca de 1,9 millones, en concreto con 1.885.728, según los datos que maneja Avilabús, la empresa concesionaria, y que han sido facilitados desde el Ayuntamiento de Ávila. Es un 22% más que los registrados en 2022, un repunte espectacular que se enmarca en la recuperación total del servicio tras la crisis de la covid y que incluso va más allá, no en vano se superaron los números prepandemia y se marcaron registros históricos. Así, se rozan ya los 2 millones de usuarios, para dejar una media de más de cinco mil viajes al día en 2023, contando todas las líneas y todas las modalidades de tarifas, desde el billete sencillo a los bonos. 

Para hacernos una idea del incremento que se viene registrando en los últimos años basta decir que en 2006, por ejemplo, se contabilizaban 1,2 millones de viajeros y que diez años atrás no llegaban a los 700.0000.

La utilización del transporte urbano de Ávila ha sido heterogénea a lo largo del año, con picos importantes al inicio de la primavera y el otoño y con el bajón habitual de los meses de verano. La actividad empezó algo más floja en enero, con algo más de 137.000 usuarios, para recuperarse en febrero y sobre todo en marzo, cuando se superaron los 174.000, el tercer mes del año con más demanda. Tras una primavera con bastante uso y el descenso del verano, el uso del autobús volvió con fuerza en septiembre con el fin de muchas vacaciones y la vuelta de la actividad lectiva (170.000 usuarios) y, sobre todo, en octubre, el mes con más viajes, casi 180.000, para continuar con buen tono en noviembre y bajar en diciembre. En la comparación con 2022 hubo subidas en todos los meses del año, síntoma de que el salto cuantitativo ha sido importante.

De la evolución de los usuarios de autobús en los últimos años se desprende que el servicio ya está totalmente asentado en la ciudad. La gran mayoría de los viajeros utiliza los bonos, mucho más asequibles, en el marco de un mapa de líneas que lleva ya tiempo sin sufrir  modificaciones significativas, a la espera de que se elabore un nuevo pliego para el contrato municipal, que sigue prorrogado. 

la línea 1, en Cabeza. El servicio de Avilabús ofrece seis líneas regulares para tratar de satisfacer la demanda de todos los abulenses. La línea más utilizada volvió a ser, como viene siendo habitual, la 1 (Escuela de Policía-San Nicolás), que con casi medio millón de viajes copó algo más de la cuarta parte de todos los registrados en el año. Le siguieron la línea 6 (Escuela de Policía-Igualdad), con cerca de 474.000 usuarios, la línea 3 (Circular), con más de 343.000, y la línea 5 (Circular), con cerca de 300.000. La línea 4 (Escuela de Policía-El Pinar), con más de 170.000 accesos, y la línea 2 (Centro Universitario-Hospital Provincial), con más de 100.000, completaron una estadística a la que hay que sumar los más de 8.500 usuarios de las otras líneas, las que llevan a los vecinos a Sonsoles, Aldea del Rey Niño y el cementerio.

En comparación con el año anterior hay que destacar que todas las líneas regulares mejoraron sus números, la que más la 6, que creció más de un 26%, frente al 25% de aumento de la línea 2, el 23% de la línea 1 y el 22% de la línea 5. Además, las líneas 4 y 3 aumentaron su uso un 18%. Por su parte, los otros servicios redujeron sus viajes un 7,7%.

El teniente de alcalde de Presidencia, Interior, Movilidad Urbana, Seguridad y Emergencias, José Ramón Budiño, valoró los datos del balance de 2023 como «muy positivos» y destacó la «recuperación de la normalidad» en el transporte urbano colectivo tras la pandemia y la «consolidación y mejora» del servicio, al registrarse los números más elevados de los últimos años. Con casi 300.000 viajes más que en 2022 y 100.000 más que en 2019, son «cifras extraordinarias para dar normalidad al servicio», indicó.