Es un establecimiento joven (apenas lleva un año y medio abierto al público) pero el Restaurante Ruta 110, en La Colilla, ya se ha convertido en parada obligatoria para los amantes de la buena mesa y de las barras animadas.
Situado a pie de carretera, de la N-110, que le presta su nombre y su espíritu de 'road trip', el Ruta 110 presume, sobre todo, de sus guisos en la lumbre y en olla de barro.
El responsable de este delicioso retorno a los sabores tradicionales no es otro que César González. «Y las carnes las hacemos en la lumbre», apunta también sobre una forma de trabajar que ha logrado que en el poco tiempo que lleva abierto el Ruta 110 se haya hecho ya un hueco entre los amantes de la buena mesa.
Entre los que viven en Ávila y entre aquellos que han convertido este restaurante en parada gastronómica en sus desplazamientos. «Sí, viene mucha gente que va en dirección a Gredos o hacia El Barco de Ávila», apunta César, que continúa abriéndonos el apetito al hablar de la calidad de las carnes que pone en esa lumbre: chuletón, entrecot... Productos de primera y de la tierra que combinan a la perfección con esos guisos a la lumbre que salen todos los días de la cocina y que cambian cada jornada.
Hablamos también con César sobre el perfil del comensal delRuta 110. Y a esos viajeros que planifican sus desplazamientos teniendo en cuenta el restaurante (y que llenan su salón para cien personas), César añade los trabajadores del vecino polígono industrial de La Colilla.
Ellos, prosigue hablando, disfrutan sobre todo del menú del día, otro de los aspectos que más miman en el Ruta 110. «Pero tampoco descuidamos la carta», recalca el hostelero, que habla de un menú en el que no faltan platos clásicos castellanos como la sopa, las patatas revolconas, el rabo de toro al vino tinto o los asados, entre los que no faltan ni las paletillas, ni el cordero lechal o el cochifrito. «Y todo», insiste César, con un producto cien por cien calidad».
Y de la mesa saltamos ahora a la barra del Ruta 110, otro punto de encuentro para muchos abulenses y turistas que encuentran allí una amplia variedad de pinchos. «Contamos con unos 25 o 30 pinchos», descubre César, que de entre todos ellos menciona la oreja en salsa, los callos y, sobre todo, los torreznos, los que son, sin duda, una de sus especialidades en lo que a 'gastronomía en miniatura' se refiere. «Es que son espectaculares», sonríe César al hablar de unos torreznos que preparan a baja temperatura y confitados, por lo que se quedan tan crujientes como deliciosos. «Y es un señor torrezno», se refiere ahora César al tamaño de esta delicia propia de Ávila.
DIRECCIÓN: Carretera Soria-Plasencia, kilómetro 260.
HORARIO: De 7,30 a 23,30 horas de lunes a sábado. Domingos, cerrado por descanso.
ESPECIALIDAD: Si hablamos del restaurante, elRuta 110 tiene entre sus especialidades los guisos elaborados en olla de barro en la lumbre y las carnes a la brasa. Y en la barra destacan sus torreznos, cocinados a baja temperatura.