Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Brigada de Policía Judicial han detenido en Ávila a una mujer como presunta autora de cuatro hurtos en domicilios de la ciudad empleando el método conocido 'hurto amoroso o cariñoso'.
Según han informado fuentes de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Ávila, la investigación se inició cuando se tuvo constancia de la comisión en los últimos meses de diversos hechos que guardaban gran similitud entre sí, consistentes en la sustracción de dinero y joyas del interior de viviendas habitadas por personas de avanzada edad, cometidos por mujeres.
Estas mujeres accedían a dichas viviendas con diversas escusas, tales como solicitar un vaso de agua, ir al baño, ser trabajadoras del ayuntamiento y similares, y en alguno de los casos, cuando las víctimas son hombres, al igual que en los conocidos como «hurtos amorosos o cariñosos» que se efectúan en la vía pública, ofrecen la posibilidad de llevar a cabo un encuentro sexual en el domicilio de la víctima, dándose la circunstancia de que tras alguno de esos encuentros faltaban efectos de valor de la vivienda (dinero o joyas) o alguna copia de llaves de la vivienda, en la que posteriormente se cometía un robo utilizando la llave previamente sustraída.
Dicha tipología delictiva, como se ha dicho con anterioridad, muy infrecuente y esporádica en Ávila, hizo pensar a los investigadores en la autoría común de esos hechos, así como que los mismos estarían siendo cometidos por delincuentes itinerantes que no residían en Ávila, los cuales aprovechan la vulnerabilidad de las personas mayores, así como la dificultad de estas para reconocer a los presuntos autores posteriormente.
Días después, y conociendo las rutinas de las personas mayores, aprovechan el momento en que saben que la vivienda no va a estar habitada para acceder a su interior con las llaves sustraídas, al objeto de apoderarse del dinero, las joyas o efectos de valor que puedan guardar en sus casas. A estas mujeres suelen darles protección varones con quienes inician la huida una vez logran su objetivo, desplazándose normalmente en vehículos particulares.
En otras ocasiones, acceden a la vivienda con los moradores en el interior, y con la excusa de beber agua o entablar conversación, mientras uno de los autores entretiene a los allí presentes, el otro aprovecha para sustraer objetos de valor, sobre todo joyas y dinero en efectivo, para inmediatamente después abandonar el lugar antes de que los propietarios se percaten del hurto.
La detenida, una vez trasladada a dependencias policiales, se instruyó el correspondiente atestado para la autoridad judicial.