La fábrica de L'Oréal en Burgos, un referente medioambiental

Redacción
-

La factoría internacional de productos capilares de la ciudad castellano y leonesa se ha convertido en un claro ejemplo en Industria Sostenible 4.0, un éxito del que también forma parte su plantilla, gran aliada para minimizar el impacto que produce

Panel solar de L’Oréal situado en las instalaciones que la corporación tiene en Burgos - Foto: L’ORÉAL

Ubicada en el corazón de Castilla y León, la fábrica internacional de productos capilares de L'Oréal en Burgos se ha convertido en un referente global en materia de sostenibilidad. Aquí, no solo se producen algunas de las fórmulas capilares profesionales más avanzadas del mercado, sino que se hace con un compromiso firme hacia la reducción de la huella ambiental y con impacto positivo en la comunidad. 

Una transformación sostenible cuyo verdadero motor son sus empleados. Cada miembro del equipo humano de la compañía, desde los ingenieros hasta el personal de planta, contribuye con su dedicación y creatividad a implementar prácticas verdes innovadoras. 

Con alrededor de 600 operarios, la factoría cuenta con más de 189.000 metros cuadrados de superficie y 45 líneas de envasado. En ella, se fabrican cerca de 4.000 referencias de marcas de peluquería como Kérastase, L'Oréal Professionnel París, Redken, Matrix o Shu Uemura y salen cada día más de un millón de artículos (323 millones en 2023, año récord para la entidad de camino a 52 países del mundo  -el 65 por ciento europeos-, siendo Francia, Gran Bretaña, Alemania, China y España los principales). 

Más allá de poner en valor sus cifras económicas, la firma burgalesa es todo un ejemplo en lo relativo al cuidado del impacto medioambiental en sus procesos. 

En 2015, se convirtió en una de las primeras fábricas del grupo en abastecerse de energías renovables gracias a la puesta en marcha de una planta de biomasa. Se trata de un proyecto pionero a nivel industrial, que se inició en colaboración con la administración y que supuso la primera vez que toda la energía térmica de una industria se suministraba desde una central de biomasa. 

Esto, además, se complementa con más de 1.500 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos que generan electricidad. De esta manera, en 2023, se evitaron unas 5.449 toneladas de CO2 a la atmósfera (2.391 toneladas por consumo de electricidad y 3.058 por consumo de energía térmica).

El respeto por el agua, bien natural insustituible, es también una materia prioritaria en los retos de L'Oréal de alcanzar un mundo más sostenible. Desde 2017, es también una de las primeras fábricas waterloop del Grupo, es decir, utiliza un sistema de circuito cerrado que recupera y recicla todo lo que usa en su fase de producción. En concreto, la fábrica solo utiliza agua como materia prima y para el consumo humano, mientras que toda la demás que precisa para diferentes propósitos de producción (lavado de tanques, producción de vapor...) proviene completamente del agua reciclada en un circuito de las instalaciones a través de un proceso de reciclado con nanofiltración y ósmosis inversa. Este sistema permite ahorrar 40.000 metros cúbicos anuales y, en total, desde 2005, se ha reducido el consumo de agua en la fábrica un 57 por ciento.

 

Community Garden Landscape de L'Oréal que cuidan los propios empleados y sus familias. / L´Oréal

Por otro lado, la fábrica tiene en marcha importantes proyectos relacionados con la reducción de las emisiones de CO2 de sus proveedores. Concretamente Burgos Green Lines, un corredor creado en 2019 para fomentar el transporte por tren y barco, y evitar así los aviones y camiones convencionales. Estos últimos, de hecho, son solo utilizados en el transporte de la última milla. 

En el marco de su compromiso con su entorno, la fábrica de L'Oréal en Burgos, quiere ser también un agente activo en la transición hacia la economía circular. Por ejemplo, secan los lodos -su principal residuo- en un invernadero de 900 metros cuadrados de superficie que se puso en marcha en julio de 2021 y que funciona con energía solar, disminuyendo su peso en un 50%. Esto permite reducir las emisiones de CO2 generadas en su transporte cuando son enviados al gestor de residuos para su tratamiento.

El compromiso de L'Oréal con la transformación sostenible de las peluquerías es otro de los grandes desafíos por los que apuesta, como parte del esfuerzo para lograr una transición sostenible, y está en línea con la apuesta de los productos de peluquería. La firma ha lanzado Hairstylists For the Future, una iniciativa de la división de productos profesionales, con la que se busca impulsar al sector de la peluquería profesional hacia la sostenibilidad global y reducir el impacto medioambiental de cada salón. 

La iniciativa está basada en tres pilares: la reducción en el uso de agua, el reciclaje de residuos y las alternativas limpias en el consumo de energía. L'Oréal cuenta actualmente con 3.000 salones adscritos a los que da servicio en 23 países. Para el lanzamiento en España, se han llevado a cabo colaboraciones con socios locales y alianzas internacionales, gracias a las cuales se pretende convertir a cada salón en actor del desarrollo sostenible. Uno de los proyectos más destacados es Water Saver, un cabezal de ducha desarrollado por Gjosa -start up suiza de tecnología medioambiental- con tecnología de fragmentación patentada que solo emplea 2,5 litros de agua por minuto, cuando el estándar es ocho litros. 

 

Han reducido en fábrica el consumo de agua un 57% desde 2005"

Involucrados

Los empleados de la factoría son una parte clave en su estrategia de sostenibilidad. De hecho, la involucración de la plantilla de la fábrica de L'Oréal en la estrategia de sostenibilidad de la multinacional es crucial para el éxito de estas iniciativas medioambientales. 

En concreto, en las instalaciones de la factoría se ha creado, en una primera fase, un espacio de biodiversidad con una zona húmeda y un embalse de agua donde se reconstruye la vida acuática con insectos y se recoge el agua del techo de la biomasa. En este espacio, se plantaron, con la ayuda de sus colaboradores, más de 1.000 árboles y arbustos autóctonos de la provincia, y se creó una huerta ecológica que cuidan y gestionan los propios empleados y sus familias. Una segunda fase del proyecto fue la creación de Las Escuelas Medioambientales L'Oréal, una iniciativa en la participan operarios y familiares y cuyo objetivo es realizar actividades medioambientales que pueden extrapolar a su entorno personal. 

Pero no solo realizan grandes proyectos, sino que en las instalaciones de L'Oréal en Burgos también se trabaja por crear una cultura medioambiental entre sus trabajadores y familias. La fábrica ha dado un paso más extendiendo su ecosistema medioambiental abriendo el uso de los huertos de L'Oréal a empleados de otras empresas del polígono de Villalónquejar. Otra acción más es el convenio que se ha firmado con Aspanias para que los estudiantes del módulo de jardineria y madera realicen sus prácticas en la zona de biodiverdidad y realicen junto con los trabajadores talleres de madera, jardinería y cuidado de los huertos. 

 

Ángela Angulo. Técnico de Medio Ambiente de la fábrica de Burgos. 1 año y 4 meses en L'Oréal 

Casilda Román. Operaria de Producción. Más de 30 años trabajando en la factoría burgalesa

Enrique Marcos. Responsable de mantenimiento de una de las unidades de producción. 19 años en L´Oréal

Casilda Alcalde. Mando intermedio en una de las unidades de producción. Más de 35 años  en la fábrica 

Susanna Crisol. Planner de Producción. 1 año y 2 meses  en L´Oréal 

 

¿Cómo contribuyes como trabajador desde tu puesto a que la fábrica de L'Oréal tenga un menor impacto en el medio ambiente?

ÁNGELA ANGULO: La mayor parte de mi trabajo está relacionada con la reducción de nuestro impacto en el medio ambiente.

En mi día a día, trabajamos en la formación y comunicación de buenas prácticas de medio ambiente con los trabajadores: por ejemplo, en cómo separar residuos, cómo disminuir el uso de agua y energía, minimizar el agua residual…

 Y no puedo olvidar la parte reglamentaria, los informes medio ambientales, que estos nos ayudan a que sigamos mejorando en el cuidado del medio ambiente.  

CASILDA ROMÁN: Desde mi puesto de trabajo, día a día, pongo mi granito de arena realizando una buena selección de los residuos y buscando oportunidades de mejora en medio ambiente, como, por ejemplo, evitar residuos o el gasto innecesario de electricidad….  Y, además, lo aplico luego en casa, como, por ejemplo, en la selección de residuos.

ENRIQUE MARCOS: Desde la parte técnica contribuimos con la puesta en marcha de talleres y rutinas de ahorro energético en la que diariamente analizamos el estado de las líneas. Si estas no trabajan entre turnos o paradas de equipos son desconectados eléctricamente y desconectando fluidos como aire comprimido. Con el, ayudamos a que la fábrica tengo un menor impacto en el medio ambiente. 

CASILDA ALCALDE: En L'Oréal se crean grupos de trabajo interdepartamentales para trabajar en distintos proyectos. Uno de ellos es residuos y embalajes, al que yo pertenezco y donde trabajamos las estrategias de control y mejora que nos permiten anticiparnos en la minimización de nuestros residuos y, además, realizar propuestas de mejoras en estas áreas. 

Por otro lado, se nos reta en nuestro día a día para ver qué podemos hacer cada uno de nosotros en nuestro puesto de trabajo en la mejora de acciones de sostenibilidad.

SUSANNA CRISOL: En planificación de la producción nos concentramos en ajustar las producciones a la demanda para fabricar lo que el cliente final va a consumir. De esta forma, evitamos generar residuos y utilizamos las instalaciones de manera más eficiente para disminuir el consumo energético, lo que reduce el impacto ambiental.

¿Qué significa para tí trabajar en una fábrica y una empresa como L'Oréal que se preocupa por su impacto en planeta?

ÁNGELA ANGULO: La fábrica de L'Oreal en Burgos es un referente de medio ambiente. Lleva años trabajando en reutilización de agua y uso de energías renovables y en biodiversidad, demostrando que es posible producir industrialmente de forma sostenible.

Para mí, es un orgullo trabajar en esta empresa y aportar mi granito de arena para que L'Oreal siga realizando su actividad focalizándose en el cuidando el medio ambiente. Todo lo logrado, ha sido posible gracias al esfuerzo de todas las personas que trabajamos aquí.   

CASILDA ROMÁN: Es un orgullo pertenecer a una empresa que respeta el medio ambiente y que pone en marcha iniciativas como el reciclado del agua, el consumo de energía. Una firma que se preocupa de hacer sostenible el planeta es una organización alineada con mis valores. 

ENRIQUE MARCOS: Estoy muy orgulloso de trabajar en una multinacional en la que, desde siempre, la sostenibilidad ha estado presente. Yo llevo 19 años y es algo que he visto año tras año, no es algo nuevo. Se trabaja no solo en soluciones técnicas, sino que se potencia también la cultura medioambiental tanto para los trabajadores como nuestro entorno. Contagiamos a nuestras familias y amigos lo que somos a nivel de sostenibilidad medio ambiental y social. 

CASILDA ALCALDE: Actualmente nos enfrentamos ante una gran cantidad de retos medioambientales en los que la fábrica, desde hace años, está trabajando, como la utilización de energías renovables, el cuidado de la biodiversidad… Y, para mí, es un orgullo trabajar en una corporación que tiene en su ADN la protección del medio ambiente. 

SUSANNA CRISOL: Considero que trabajar por la sostenibilidad es clave, porque va a condicionar el futuro de nuestra generación y de las venideras. En L'Oréal el respeto y el cuidado del medio ambiente está presente en el día a día; es muy gratificante formar parte de una empresa que considera la sostenibilidad como uno de sus pilares en la toma de decisiones.

 

Casilda Alcalde (i), Enrique Marcos y Casilda Román. / L´Oréal