DiocesÁvila.
Mario Velayos; Garri, Josito, Docar, Nogal (Velayos, 75'); Encinar, Diego Pérez, Jorge Rodríguez, Fer (Miguel, 59'), Mayorga (Iván, 70'); Choflas (Guille Velayos, 45').
Ponferradina B.
Palop; Hugo, Covi, Aitor, Steven; Oriol, Klein, Yannis, Raúl, Olmedo (Diaby, 72'); Ánder (Aballay, 76').
Árbitro.
Téllez de Meneses.
Mostró cartulinas amarillas a los colegiales Rober (segundo entrenador),DiegoPérez, Miguel y Josito; y a los visitantes Oriol, Covi, Yannis. Expulsado Garrido (R84').
Goles.
0-1 (2') Raúl. 1-1 (81') Aitor propia puerta.
Incidencias.
Encuentro correspondiente a la jornada 6 de Tercera RFEF disputado en el Sancti Spíritu
Tiene razón IvánLastras, «estamos viviendo la cara más cruel del fútbol» o al menos la más amarga. Porque la Ponferradina B fue un trago amargo para un DiocesÁvila que supo sobreponerse a un inicio pésimo y el gol berciano, que llegó sin apenas méritos ni merecimiento. Yaunque sí lo merecieron los colegiales, su esfuerzo quedó sin su justo premio. Porque si lograron el empate fue por botas ajenas, las de Aitor, autor en propia puerta de un empate que dio paso a un final cardiaco y caliente, en la grada y en el césped, donde Ángel Encinar tuvo en sus botas el penalti ganador en el último suspiro del tiempo añadido. Asumió al responsabilidad y falló.
Dos minutos. Fue lo que tardó la Ponferradina B en abrir el marcador (0-1) en un Sancti Spíritu que los de Rubén Vega hicieron suyo en un arranque fugaz. Ganar era vital para ambos y fueron los bercianos los que se lanzaron a por ello desde el inicio ante un DiocesÁvila superado por las emociones. Apretaron los bercianos, que buscaron la recuperación y la contra. Pero fue de córner, asignatura pendiente de los de IvánLastras, donde lo encontraron. Lo botó Oriol y el cuero se paseó por delante de todos sin que nadie llegara al despeje.En el segundo palo era Raúl el que la empujaba al fondo de la red (0-1). Dos minutos habían pasado del inicio y los de Rubén Vega veían salir el sol en el horizonte. Acusaron el gol los locales, incapaces de dominar los tiempos ante las arrancadas de los bercianos. Corría el balón y corrían Olmedo y Yannis por banda, que rompían una y otra vez, como lo hacía Raúl desde segunda línea, que tendría una nueva oportunidad en un cabezazo tras un centro lateral, pero se marchó alto.
Había que poner fin a un inicio fuera de toda lógica. Se remangó Encinar. La pidió, se movió y movió a los suyos. Encontró un buen socio en Nogal, que se atrevió a subir por banda, y con el paso de los minutos se sumó Diego Pérez, pareja de baile ante la sanción de Camilo. Sólo faltaba encontrar a Choflas, al que le que sobrevolaron varios centros sin que llegara a rematarla.
Llegada la media hora de partido el domino era de los locales, aunque faltaban las ocasiones. Fer y Mayorga se metieron por dentro, Choflas paso a buscar los espacios por fuera. En la necesaria búsqueda del gol, el casting para el protagonista estaba abierto. La intensidad que les faltaba a los colegiales en ocasiones, les sobraba a los bercianos. Protestó la amarilla Covi cuando su embestida por la espalda hizo despegó a Mayorga del suelo en la frontal. Se la pidió el '7'. El balón se vio dentro, en la grada se cantó el gol pero a todos nos engañó la perspectiva, porque el cuero pegó en el lateral.
Comenzó la segunda mitad como terminó la primera, con el DiocesÁvila mandando con el balón, el empate en la mente pero sin encontrar el cómo. Con el interior –minuto 56– buscó Encinar desde fuera del área la escuadra y poco después lo intentaría a pase de Garri desde línea de fondo. La Ponferradina B hacía tiempo que ya vivía en la duda.
Empujaban los locales sin éxito y empujaba la grada, 'caliente' desde el encontronazo entre Covi y Miguel dentro del área que dejó al colegial en el suelo reclamando penalti. Aguantaba la Ponferradina B, que sumó a Diaby a la línea de centrales para aguantar en un tramo final que se pasó del posible 0-2 al 1-1, de una contra de Yannis y Raúl en la que pudieron y no supieron matar a los locales, al 1-1 de Aitor en propia puerta. Exprimió Guille Velayos el poco fútbol de Diaby, un muro permeable, y lanzó el pase de la muerte en busca de Miguel, que esperaba dentro del área pequeña. Se interpuso Aitor, que intentó el despeje pero introdujo el balón (1-1) en su propia portería.
Con el empate los nervios y las emociones se desataron. Se quedó con diez el DiocesÁvila. Quiso proteger Garri el balón ante la presión de Oriol y sacó el brazo a relucir. Todos pusieron de su parte y Téllez de Meneses puso la roja directa. Se quedaba con uno menos el DiocesÁvila, encolerizado. Y de la 'cólera' a la oportunidad, cuando en el último suspiro del tiempo de descuento Steven la desviaba con el brazo en el área.Penalti claro. No había dudas, como no las tuvo Encinar en asumir la responsabilidad. Aunque centrada, la pegó duro. Se venció a un lado Palop, pero llegó a desviarla con las piernas. Fue la última de un partido que dejó todo como estaba.