Vuelta a la competición para el Real Ávila. Lo hace «con muchas ganas», las propias de quien se ha quedado sin competir la semana pasada por las inclemencias del tiempo y regresa con siete partidos por delante para meterse en unos playoffs de ascenso a Primera RFEF insospechados cuando la temporada  empezaba y totalmente merecido cuando empieza a terminarse. «Es nuestro momento» les ha grabado a martillo y cincel esta semana Miguel de la Fuente, entrenador de un Real Ávila al que se le puede presentar una oportunidad histórica. «Estos días he preguntado a los jugadores y al cuerpo técnico cuándo vamos a tener una opción más real que ahora de ascender una categoría, de ascender a Primera RFEF» les ha insistido en una semana de entrenamientos en la que se han parado «a pensar, a valorar dónde estamos».Y a partir de ahí, plantearse dónde pueden llegar. «No es sólo el objetivo del playoff. Si quedamos ahí, queremos más» apunta el entrenador vallisoletano ante una oportunidad para todos, para él como entrenador, para los jugadores, para el club, para la afición y la ciudad. Y el partido de este domingo puede ser una buena oportunidad para plasmar esa idea que ha repetido De la Fuente a los suyos durante toda la semana, «no es el momento de dejarnos nada». Mucho menos de confiarse, porque aunque la jornada llegue marcada por el duelo ante el Laredo, colista y con la soga al cuello, los de Juanma Fernández prometen guerra. «Mientras las matemáticas no digan lo contrario vamos a ir a por todo» asegura su técnico.

Son tres puntos importantes para los encarnados. Siempre tienen un cariz especial cuando se viene de un fin de semana sin partido, pero mucho más cuando se atisba un calendario de siete finales y a cara de perro. «No hay mayor presión y mayor sensación de tener que ir a cada duelo como si fuera el último como cuando te estas jugando la permanencia» reconoce sobre su rival Miguel de la Fuente.Un equipo que lo ha intentado pero al que le han penalizado los empates cuando quiso asomar la cabeza, al que le han castigado los detalles cuando ha querido competir. «Será importante ser nosotros los que nos adelantemos porque a la presión que ya tienen, verse por detrás sería una presión añadida más» marca como camino a seguir el técnico encarnado, que no podrá sentarse en el banquillo del San Lorenzo. Primer partido de sanción de los dos que debe cumplir el vallisoletano por su expulsión en Llanera, allí donde Carlos Pascual veía la quinta amarilla. Fue Cassio el compañero de César Llopis en la última ausencia –por lesión– del capitán, aunque al puesto también opta Dumbia, que podría tener su oportunidad.