Las nuevas ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Ávila entrarán en vigor el próximo 1 de enero de 2025 después de que el proyecto presentado por el equipo de gobierno se aprobara en el Pleno celebrado este viernes. El voto a favor de los 11 concejales de Por Ávila fue suficiente para su aprobación, gracias a la abstención de los tres concejales de VOX, y pese a la oposición de los 7 del Partido Popular y los 4 del PSOE. Ahora, en base a este nueva normativa económica municipal para el año que viene, se elaborará el presupuesto para 2025, que también será aprobado en virtud del acuerdo firmado entre XAV y VOX el pasado lunes, y que motivó constantes reproches en las intervenciones de los portavoces tanto del PP como del PSOE en la sesión plenaria.
Fue un debate plácido para el equipo de gobierno, al que le sonrió la mañana. Sacó adelante su proyecto de ordenanzas, que aunque no fuera el original sí al menos le permite mejorar las cuentas del Consistorio, y se libró de las iras de la oposición, que se centraron en los tres representantes de VOX, fiscalizados, por cierto, con la presencia entre el público de dos miembros de la ejecutiva provincial de este partido.
La teniente de alcalde de Hacienda, Ángela García Almeida, explicó el proyecto elaborado por su equipo, que defendió como «fundamental para mantener los servicios que presta este Ayuntamiento, para evitar la destrucción de empleo y para recuperar la normalidad en el municipio y evitar sufrimiento». Reconoció que «negociamos con los tres grupos políticos, pero solamente los grupos de Por Ávila y de VOX hemos tenido altura de miras para poner por delante a la ciudad», para terminar asegurando que «lo primero, para nosotros, siempre es y será Ávila».
Coincidió, como es lógico, con el mensaje que quiso trasladar el portavoz de su grupo municipal, José Ramón Budiño, quien desde un perfil bajo y lejos de querer meterse en el cruce de acusaciones de PP, PSOE y VOX, abundó en el tema de que «era un acuerdo positivo» por ser «el único posible para sacar a Ávila del bloqueo en la que estaba por el inmovilismo de PP y PSOE, que pensaban que era un bloqueo a tres bandas, y ahora que han visto que hay un grupo que también ha pensado en el beneficio de los abulenses antes que en los intereses partidistas, pues han entrado en pánico porque ven que no van a poder continuar con su único objetivo, que es acabar con la Alcaldía de Jesús Manuel Sánchez Cabrera». Al igual que hizo García Almeida, Budiño agradeció a VOX su «altura de miras» y destacó la «diferencia entre estos dos grupos y el PP y el PSOE no es otra que el querer trabajar por la ciudad de Ávila y los abulenses». El portavoz de Por Ávila auguró «un mal futuro político» tanto a los representantes del PSOE como del PP, y acabó insistiendo en que el acuerdo alcanzado con VOX iba a ser «beneficioso para los abulenses».
oposición. A pesar de haber alcanzado el acuerdo con el equipo de gobierno, desde VOX se insiste en que «seguiremos en la oposición», aunque el discurso inicial de su portavoz, José Manuel Lorenzo Serapio, coincidió con el de los miembros del equipo de gobierno que tomaron la palabra en la sesión en varios de sus términos. Serapio aseguró que «gracias a VOXse garantizan los servicios municipales básicos, se recuperan subvenciones y se eliminan la lista de espera en servicios sociales», y ante la decisión de apoyar una subida de impuestos contraria a su argumentario electoral, se dirigió a PP y PSOE para preguntarles que «cuáles son sus alternativas», instándoles a que «tengan el valor de unirse a un acuerdo que es beneficioso para todos», afirmando en su intervención final que «los únicos que no somos culpables de la situación del Ayuntamiento somos nosotros, que sólo llevamos año y medio aquí».
Como era de esperar, tanto PP como PSOE fueron muy críticos con el acuerdo alcanzado entre Por Ávila y VOX, y así lo dejaron plasmado en sus intervenciones sus respectivos portavoces. Para el del PP, Jorge Pato, «si lo primero que hizo el portavoz de VOX cuando explicó el acuerdo fue pedir perdón, eso es ya un indicativo de qué tipo de acuerdo es». Desde las filas populares se acusó a VOX de haber iniciado «una relación tóxica con Por Ávila» de la que «los abulenses van a ser los auténticos paganos. Han apoyado la política de Por Ávila, que lo fía todo a la subida de impuestos», y avisó al equipo de Lorenzo Serapio que «una vez que han aprobado la subida de impuestos, no tienen nada con lo que presionar a Por Ávila en caso de que no cumplan sus acuerdos», recordando que «engañaron en su día al PSOE, y les volverán a engañar a ustedes».
La intervención más afilada contra los concejales de VOX corrió a cargo del portavoz del PSOE, Arturo Barral, para quien el partido de Serapio se ha convertido en «el tonto útil de Por Ávila. Les van a utilizar para llevar las maletas, y ya lo estamos viendo hoy aquí, se están llevando todas las críticas y en Por Ávila están tan contentos». Para el concejal socialista es «un pacto vergonzante» que, dijo, «se alcanzó en secreto por parte de Sánchez Cabrera» al que identificó el autor intelectual del acuerdo. «Ahora sabemos por qué no nos contestaron a nuestras propuestas en la última reunión que mantuvimos con Por Ávila, y es porque ya tenían firmado el acuerdo con VOX». Para Barral, «echarse en manos de la ultraderecha es un error que van a pagar todos los abulenses, sobre todo porque había otras alternativas».