El pasado año en las aulas abulenses se confirmaron nueve casos de acoso escolar, según los datos del último informe de Convivencia Escolar en Castilla y León que elabora la Consejería de Educación. Son el triple que el curso anterior y «la punta del iceberg» de una realidad que en la mayoría de los casos cuesta detectar y que aún a muchas familias les cuesta denunciar. Así lo asegura Daniel Rincón, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAMPA) de Ávila, que apunta que pese a que cada vez son más los casos de este tipo que salen a la luz los que permanecen ocultos son «muchos más». Eso sí, reconoce que por suerte tanto familias como centros educativos cada vez están «más sensibilizados» con esta realidad y de ahí que tanto el número de casos denunciados como confirmados no haga más que aumentar en los últimos años. «No es que haya más casos, es que nos estamos quitando el velo de la vergüenza», reconoce el presidente de la FAMPA de Ávila para explicar no solo por qué los casos confirmados se han triplicado en esta provincia en el último curso académico sino también el motivo por el que los posibles casos que han llegado a las comisiones de Convivencia Escolar se hayan duplicado, pasando de 21 en el curso 2021/2022 a 41 en el siguiente año escolar.
«No hay más casos sino que se están aplicando mejor los protocolos», apunta en este sentido el abulense David Moya, vicepresidente de la Confederación de AMPAs de Castilla y León, que recuerda que durante un tiempo estas situaciones se querían ocultar porque «lógicamente no es algo agradable», aparte de la «carga administrativa» que esto supone para los equipos directivos y de convivencia escolar, reconoce el portavoz de las familias. Pese a todo, Moya, al igual que Rincón, señala que «se detecta un porcentaje muy bajo de casos en relación con los que suceden en realidad».
Además, si tenemos en cuenta posibles casos que llegan a las comisiones de convivencia escolar de Ávila y casos que se confirman, solo una de cada cinco sospechas de bullying en el entorno educativo llegan a confirmarse tras activarse el protocolo marcado para estas situaciones. Ávila, eso sí, no es una excepción ya en el conjunto de Castilla y León la situación es similar y solo una pequeña parte de los posibles casos de acoso que llegan a las comisiones de convivencia escolar (622 en el curso 2022/2023) acaban confirmándose: en este caso siete de cada diez y 54 en total en el conjunto de la región. Esto supone que el 16 por ciento de los casos de acoso escolar confirmados en el conjunto de las aulas de Castilla yLeón a lo largo del pasado año estuvieron vinculados a centros educativos de la provincia de Ávila.
A los casos confirmados de acoso escolar en el aula hay que sumar también, como recoge el último informe de Convivencia Escolar de la Consejería de Educación, los casos de ciberacoso, dos en Ávila durante el curso pasado y 35 en total en el conjunto de aulas de la región.
Eso sí, en lo que respecta al ciberacoso, y según los datos que maneja la Consejería de Educación, los casos descendieron en Ávila el curso pasado con respecto al año académico anterior, cuando se confirmaron cinco situaciones de acoso a menores a través de las redes sociales o internet por parte de compañeros o iguales del entorno escolar. Aquí también el presidente de la FAMPA de Ávila muestra sus reservas y apunta que estas cifras están muy alejadas de la realidad teniendo en cuenta que si en los casos de acoso en el aula las situaciones de abuso y agresión tardan en salir a la luz cuando los agresores se aprovechan de las redes sociales para realizar estas conductas el acoso es «aún más invisible». Además, advierte de que el acceso de los niños a las redes sociales cada vez se realiza a «edades más tempranas» lo que no solamente es perjudicial sino que entraña unos riesgos prácticamente imposibles de controlar. «Los niños perciben una realidad que no es», lamenta el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Ávila al hablar de situaciones que llevan a que la víctima sufra en «total silencio» y a «que los padres no nos enteremos de lo que está ocurriendo o que cuando lo hagamos sea ya demasiado tarde».
Por eso entiende Rincón que a las comisiones de convivencia de los centros escolares «no está llegando todo lo que se ve en las redes». En este sentido, el presidente de la FAMPAde Ávila demanda tanto a los centros educativos como a la Dirección Provincial de Educación que en estas comisiones de convivencia se tengan más en cuenta «nuestras solicitudes», a la vez que demanda «menos opacidad».
Respecto a la distribución provincial del acoso escolar en Castilla y León, es Valladolid la que más incidencias ha investigado: 129 durante el pasado curso escolar si bien Educación únicamente estimó que el acoso escolar se daba en 16 de esas situaciones y que en otras tres los acosadores empleaban las redes contra otro alumno.
Por contra, donde más han caído los casos en el último curso es en Burgos y León al descender de un ejercicio a otro y pasar de las 17 confirmaciones en ambas provincias durante el curso 21-22 a cinco y cero, respectivamente, en el último año. A estos casos hay que sumar los de ciberacoso, 4 y 14 casos, respectivamente en cada una de estas provincias. Así mismo, en la provincia de Burgos llegaron a las comisiones de convivencia 100 sospechas y 82, a las de León.