Con cierta frecuencia se han producido riadas e inundaciones de considerable importancia en la provincia de Ávila. Algunas de ellas provocaron multitud de daños materiales y, en el peor de los casos, víctimas mortales. Aquí recordamos algunas de las mayores catástrofes que se han dado en la provincia de Ávila en las últimas décadas, varias que aún perduran en las mentes de quienes las vivieron o quienes supieron de ellas.
La riada que atemorizó a los vecinos de Villaflor
25 de junio de 1959: Villaflor
Esa fecha queda para la historia de negra de Villaflor. Una intensa tormenta arreció sobre la localidad, llenando el cauce del río Espinarejo, cuya crecida fue tan rápida y de improviso que arrasó todo lo que encontró a su paso. Las crónicas de la época recogen que una manzana de once viviendas situadas en el margen izquierda del río fueron destruidas por la fuerza del agua, que llegó a entrar incluso en la iglesia de Santiago, situada en la parte baja del pueblo. Las tierras de labranza quedaron desoladas y también se contabilizaron pérdidas en el ganado, como el caso de un vecino que perdió un centenar de ovejas que había comprado el día anterior. Por fortuna, no hubo que lamentar pérdidas humanas.
Las tormentas causan víctimas y daños en Las Berlanas
29 de agosto de 1959: Las Berlanas
Se han cumplido 65 años de la riada que cambió la fisonomía de Las Berlanas. Apenas dos meses después de la crecida que inundó el cercano pueblo de Villaflor, una enorme tormenta de verano se originó a primera hora de la tarde de ese trágico día, lo que provocó que casas y cobertizos fueran destruidos. Por desgracia, la crecida del arroyo de La Berlana sí que provocó muertos: dos mendigos procedentes de Pradosegar, que se encontraban en el barrio de El Burgo, ahora convertido en lugar fantasma. Unas 70 personas, que salvaron la vida ayudándose de sogas, sus caballerias o saltando de tejado en tejado, se quedaron sin vivienda y, cuatro años más tarde, se realojaron en el Barrio Nuevo. Unas populares fiestas rememoran esta tragedia cada año por esas fechas.
Inundaciones en la capital
8 de agosto de 1981: Ávila
Otra tormenta veraniega fue la responsable de las inundaciones que se produjeron en la capital abulense este año. La lluvia fue de tal magnitud que incluso la plaza del Mercado Grande se convirtió en una inmensa laguna "en la que se ocultaban las ruedas de los coches (cuando estaba abierto al tráfico) y en los interiores de los bares empezaban a producirse inundaciones", rezaba la crónica de Diario de Ávila del día siguiente. Unas viviendas situadas junto al puente Sancti Spiritu sufrieron grandes daños, lo mismo que en la zona norte de la ciudad. También hubo que desalojar varias viviendas y hubo que reparar la confluencia de la carreteras de El Barco de Ávila y de Arenas de San Pedro, junto a la antigua Venta Pinilla.
El temporal desbordó los ríos en la provincia
16 de diciembre de 1989: Ávila
Esta fecha se vivió una situación muy similar a la que se ha vivido recientemente en la ciudad amurallada. Un fuerte temporal provocó el desbordamiento de los ríos Chico y Adaja, lo que ocasionó que la explanada de la plaza de toros quedara totalmente cubierta de agua, igual que los terrenos anexos al puente Sancti Spiritu, donde hoy se encuentran las instalaciones deportivas. En aquella ocasión, el temporal también afectó a buena parte de la provincia abulense, provocando incidencias destacadas en Navaluenga, El Tiemblo y Burgohondo por la crecida del Alberche, además del corte de muchas carreteras de la red provincial. Las imágenes de la ciudad inundada se reflejó durante varios días.
Importantes inundaciones por el agua y el pedrisco
15 de junio de 1991: Mingorría y Santo Domingo de las Posadas
Este día, mientras que en Ávila no cayó ninguna gota, a escasos kilómetros al norte de la ciudad descargó una tormenta de proporciones casi bíblicas. En unas cuatro horas, las localidades de Mingorría y Santo Domingo de las Posadas sufrieron los estragos de la lluvia y el pedrisco, provocando las peores inundaciones en 40 años. El agua alcanzó el interior de varias viviendas y garajes, e incluso una vecina de Mingorría afirmó que la riada había cubierto hasta las señales de tráfico. Un ganadero del pueblo, al que la tormenta le pilló en el campo, pudo ponerse a salvo, pero perdió tres ovejas por culpa del pedrisco. En Santo Domingo, la crecida procedió del barrio de Pancorbo y llegó a alcanzar el medio metro de altura, lo que provocó la muerte de varios animales.
La riada se lleva a dos niños en la carretera de Villacastín
1 de septiembre de 1999: El Herradón de Pinares
Una de las mayores tragedias recientes que se recuerdan en la ciudad de Ávila. Dos hermanos de 14 y 24 meses perdieron la vida por la crecida del arroyo Cortos a la altura de Berrocalejo de Aragona, que anegó la carretera N-110. Los cuerpos de los dos pequeños aparecieron días después a bastante distancia del lugar de la catástrofe, lo que habla de la magnitud del desastre. También falleció en Mediana de Voltoya un hombre de 44 años, natural de Sanchidrián, que viajaba solo hacia Madrid. La enorme riada arrasó, además, el municipio de El Herradón de Pinares, que dejó algunos heridos y destrozos de considerable importancia. La tormenta afectó a gran parte de la provincia abulense, con especial incidencia en Villatoro (la localidad también quedó inundada), Navacepedilla de Corneja y Las Navas del Marqués.