Ávila se prepara para un verano sin hípica. O, al menos, esa es la sensación que se desprende tras la reunión mantenida esta mañana entre el alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y una representación de aficionados defensores del Concurso Nacional Hípico de Saltos 'Ciudad de Ávila'. Ya se cernía en el ambiente la posibilidad de su cancelación desde principios del mes de abril, cuando el portavoz municipal, José Ramón Budiño, anunció la supresión del certamen (y de parte del programa Kedada) por falta de presupuesto.
No obstante, aún existe una posibilidad de salvar el concurso hípico: la iniciativa privada. Esa es la solución que el alcalde ha dado a una pequeña representación del grupo de abulenses que abogan por la continuidad de este deporte en Ávila. «Desde el Ayuntamiento nos transmiten que, según están los presupuestos, no hay posibilidad de destinar ninguna subvención a la hípica, pero están abiertos a que cualquier empresa o club hípico que se ponga en contacto con ellos pueda organizarlo», ha explicado Elena Melchor, una de las aficionadas que promovió la recogida de firmas para salvar el Concurso Nacional de Saltos Ciudad de Ávila.
Es decir, la organización de la hípica se convertiría en un acto totalmente privado. Una opción que consideran «muy complicada, porque se necesita mucho dinero para todo», comentó. Para empezar, para acondicionar la Pista Hípica de San Segundo, que el Consistorio ofrecería para la celebración del certamen.
Elena Melchor ha expuesto otro condicionante negativo: la parte deportiva. Porque con el anuncio de la posible suspensión del concurso, muchos jinetes decidieron buscar otras pruebas. «La posibilidad de poder celebrarlo y organizarlo con tan poco tiempo y que venga el número y la calidad de los jinetes que acudían a Ávila va a ser complicada», se ha lamentado. Además, ha avanzado que buscarán posibles empresas que actúen como salvavidas de la hípica en la ciudad.
La reunión se produjo después de que un grupo de abulenses recogiera más de 2.700 firmas en defensa del Concurso Nacional Hípico de Saltos. «La idea es que no se pierda la afición que había en Ávila por los casi 70 años de celebración del concurso y que, para mucha gente, era un precedente», sentenció Elena. El concurso hípico queda en manos de la iniciativa privada para su supervivencia. Un evento multitudinario para la ciudad, como reflejan los 7.000 aficionados y los 300.000 euros de beneficios de la pasada edición.