No habrá variaciones en la hoja de ruta para la elaboración de los presupuestos municipales para el año que viene. A pesar de que su aprobación, en los términos originales presentados por el equipo de gobierno, es imposible, se mantienen las fechas marcadas desde el inicio de su tramitación, que concluirán el próximo jueves 31 de octubre con la celebración del Pleno.
El presupuesto elaborado por el área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Ávila para el año que viene estaba ligado al proyecto de ordenanzas que Por Ávila hizo llegar a los tres grupos de la oposición, PP, PSOE y VOX, en el que se recogía una subida generalizada de tasas e impuestos, entre las que destacaba el aumento del 9,9 por ciento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), para llegar a un gasto de 65,3 millones de euros para el año que viene, después de una subida del 2,1% con respecto al del presente año.
Pero esos cálculos elaborados desde XAV se han venido abajo en el momento en el que los tres partidos de la oposición se han mostrado en contra de apoyar esa subida de tasas e impuestos, especialmente la del IBI, por lo que no se podrá alcanzar la recaudación necesaria para cubrir los 65,3 millones de presupuesto. De esta manera, su aprobación es imposible, pero no por ello Por Ávila ha querido dejar de negociar con los otros tres partidos que forman la Corporación municipal. Ya lo ha hecho con el Partido Popular, esta semana lo hará con el PSOE y VOX, para llevar el resultado definitivo de esas negociaciones a la Comisión de Hacienda que tendrá lugar el lunes 28 de octubre.
En esa reunión se dictaminará el futuro de las ordenanzas municipales sobre las que elaborar el presupuesto final, que ya no podrá ser de 65,3 millones, sino que tendrá que reducirse ante la imposibilidad de recaudar lo necesario vía impuestos para financiar la totalidad del gasto. Una vez que no ha sido posible la aprobación de la totalidad de las nuevas ordenanzas, el objetivo del equipo de gobierno es, al menos, sacar adelante algunas de las propuestas con el fin de aumentar lo máximo posible el montante final del presupuesto. Los tres grupos de la oposición ya advirtieron, al tiempo que se negaban su apoyo a la subida del IBI, que apoyarían las subidas a las que estaban obligados por ley, entre ellas la de la tasa de basuras.
Tras lo que se dictamine en la comisión, será el Pleno del día 31 de este mes el que dictamine el definitivo futuro del presupuesto para el año que viene. Salvo que de las negociaciones finales con la oposición se determine otra situación, todo apunta a que seguirá el mismo camino que el de este 2024 para su aprobación. Si se rechaza el día 31, Por Ávila se plantea acudir por segunda y última vez en este mandato a la figura de la moción de confianza al alcalde para poder contar con un presupuesto con el que poder trabajar en el segundo año tras las Elecciones Municipales de 2023.
Si se salva la moción, para lo que sería necesario ganar la moción de censura que puede presentar la oposición, algo que no sucedió el presente año al no haber acuerdo entre los tres grupos para poner un candidato de consenso, el Ayuntamiento funcionará en 2025 con el presupuesto que el equipo de gobierno sea capaz de elaborar con las ordenanzas que se aprueben en la comisión del día 28, abriéndose la incógnita de lo que sucederá en 2026, ya sin la opción de una moción de confianza para salvar las cuentas, pero con la posibilidad de una prórroga presupuestaria con la que poder aguantar hasta las Municipales de mayo de 2027.