Con una ‘cara más bonita’ y, sobre todo, más ‘asentado’. Así se espera que esté dentro de tres meses el Monasterio de San Jerónimo de Guisando, donde estos días han dado comienzo os trabajos de rehabilitación y consolidación del histórico monumento. 

La Comisión de Patromonio de la Junta de Castilla y León aprobaba el proyecto definitivo de los trabajos hace unos días lo que ha supuesto el pistoletazo de salida de la que Julián Juste, propietario del monasterio, espera sea la primera fase de una serie de trabajos de mejora en el monumento ‘hermano’ de los Toros de Guisando.

«La idea es ir consolidando el monasterio en la medida de nuestras posibilidades», explica Juste su intención de que esto sea sólo el comienzo de una serie de trabajos de mejora. Obras que abona él en su totalidad y que en esta primera fase superan los 57.000 euros.

Gracias a este presupuesto y al trabajo de arquitectos y otros expertos en la materia, el monasterio será mejorado en este primer momento en dos puntos concretos y «críticos», como los describe Juste. En primer lugar, en el tejado de la Casa de Legos, para garantizar su estabilidad. Y en segundo, en el arriostrado de la galería oeste del Claustro de los Novicios, haciendo su solera. «Esto es vital para sujetar bien la arquería», recalca el principal responsable del monumento, que explica que una vez resueltos a la perfección estos dos aspectos, y siempre que el presupuesto lo permitiera, se tiene la intención de trabajar también en un buen «lavado de cara» de algunas de las zonas del monasterio. «Porque si viéramos que tenemos que hacer más esfuerzo en el tejado de la Casa de Legos, por ejemplo, recortaríamos del lavado de cara», apunta Juste.

Un lavado de cara que, espera éste, pueda llegar alClaustro de los Novicios y al refectorio. «Pero esto, como decía, no es tan sensible desde el punto de vista estructural», vuelve a insistir Juste en este punto.

Como decíamos, los responsables de la obra (que arrancará con los trabajos relacionados con cal, con la intención de que fragüe correctamente gracias al calor de estos días de verano) confían en que los trabajos puedan estar concluidos en tres meses. «Pero a mí, con que esté a final de año me vale», aclara el propietario del Monasterio de San Jerónimo, convencido de que más que acabarlo rápido de lo que se trata es de que los trabajos que se lleven a cabo sean perfectos y garanticen la estabilidad de las preciosas ruinas románticas.

Para ello, Juste anuncia que hará «un seguimiento muy exhaustivo» de las obras. «Pero estoy muy tranquilo, porque los dos arquitectos saben mucho de patrimonio y eso me tranquiliza», confiesa.

Por cierto que mientras que se llevan a cabo las obras ya mencionadas, no será necesario suspender las visitas al público. «El monumento seguirá abierto. Lo que haremos será compartimentar zonas y delimitar recintos de no acceso, pero el resto del monasterio sí que se podrá visitar con normalidad», informa Julián.

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