Con adelanto sobre el horario previsto (lo que dejó gente esperando en el Mercado Chico) comenzó el pasacalles de gigantes y cabezudos, en un recorrido hasta el Mercado Grande a que estuvo amenizado por la música de Dulzainada, con una de sus componentes llevando en el tamboril los pañuelos de la Asociación Española contra el Cáncer. La comitiva se llevó todas las miradas de los presentes, con muchos móviles haciendo fotos o grabando, pero sobre todo con toda la ilusión de los más pequeños que veían como los gigantes se acercaban a ellos. Con dos cabezudos y siete gigantes llegaron a la plaza donde hicieron un corro y siguieron jugando con los niños que les veían girar y moverse llenos de alegría en muchos casos, aunque también hubo algún susto que otro. Después se colocaron junto a los soportales de la plaza aunque la música continuó sonando y los niños aprovecharon para bailar.

La misma plaza era el lugar elegido para la concentración de peñas, en este caso acompañados por la Charanga Survivors. Allí fueron llegando, poco a poco, las peñas de la ciudad con la intención, según explicaron, de estar allí hasta después de las 20,00 horas, creando un escenario de diversión con la música mientras en el Chico llegaba el momento del concierto de Upperlips.

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