El Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre (Cesvimap), ubicado en el polígono de Las Hervencias de Ávila, es actualmente uno de los cinco centros de investigación y desarrollo más importantes del mundo en materia de seguridad vial y los datos así lo corroboran, con 2.417 modelos de vehículos analizados, 691 vehículos ensayados en 'crash test' y 689 proyectos de investigación desarrollados.
Su director general, José María Cancer, explica que este centro, que nació hace más de 40 años para el estudio de la dañabilidad y la reparación, «actualmente es también un centro de I+D que estudia no sólo los vehículos, sino la movilidad en general, un radar de nuevos riesgos que aparecen y para generar un nuevo estilo de reparaciones respetuosas con el medio ambiente, fomentando la reparación frente a la sustitución».
Y es que la idea de Cesvimap, tal y como apuntó su responsable de Investigación, Pablo López, durante una visita a sus instalaciones organizada con motivo del Día Mundial del Reciclaje, hablamos de «un laboratorio de innovación de Mapfre que es pionero en Europa y que contribuye a la economía circular a través del reciclaje de piezas de vehículos fuera de uso». Concretamente, este centro tecnológico recuperó en 2023 un total de 46.339 piezas para su reutilización, tras el tratamiento de 1.887 vehículos siniestro total.
Cesvimap, un centro puntero en I+D con 689 proyectos - Foto: Isabel GarcíaAsí, su objetivo es «crear valor para la sociedad», comentó López, y para ello Cesvimap ofrece I+D+i para el negocio, pero también consultoría, formación y tratamiento de piezas tras el fin de vida útil del vehículo a través de Cesvirecambios.
En cuanto a la investigación, este centro ha probado el 90% de los vehículos con sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) y ha realizado ensayos con crash test de casi 700 vehículos. Además, analiza baterías y cargadores de los vehículos eléctricos, así como la reparabilidad de nuevas formas de movilidad, como pueden ser los patinetes. Sobre estos últimos, Pablo López comentó que han patentado «un sistema de airbag introducido en el propio patinete que se activa a la hora de la detección y protege la parte del pecho, pero hay mucho por recorrer y lógicamente tenemos que tener también la colaboración de las administraciones». De hecho, considera el responsable de Investigación de Cesvimap que «es muy difícil que llegue al mercado, dado que ese airbag puede llegar a tener más valor que el propio patinete».
Otras áreas de actuación son la divulgación del conocimiento, con 3.112 publicaciones técnicas y más de 50 libros, y la consultoría para mejorar los talleres desde el punto de vista tanto de la viabilidad como de los procesos de reparación, y actualmente están embarcados en la certificación Move2Green que reconoce a talleres que destacan por su responsabilidad con el medio ambiente y la sostenibilidad en la posventa de vehículos.
Cesvimap, un centro puntero en I+D con 689 proyectos - Foto: Isabel GarcíaRespecto a la formación, Cesvimap ha realizado más de 6.000 cursos, tanto presenciales como online, y se espera que tras el verano se superen ya los 100.000 asistentes.
A todo lo anterior se une el proyecto de Cesvirecambios para el fin de vida de los vehículos, que cuenta con un alto nivel de automatización y que hasta la fecha lleva 51.503 vehículos descontaminados, 1,4 millones de piezas desmontadas y 58.334 toneladas de CO2 evitadas. Allí se investiga la segunda vida de las baterías creando diferentes packs de almacenamiento para pequeños cargadores eléctricos en vehículos ligeros, dar un 40% de autonomía energética a los edificios de Cesvimap mediante un sistema de acumulación con placas solares o el proyecto en el que están inmersos ahora de '1 batería=1 hogar', que pretende «potenciar que se vea que la batería de un vehículo eléctrico no es un problema al final de su vida útil, pues puede tener una segunda vida y se le puede sacar un rendimiento personal mediante almacenamiento de energía de autoconsumo que actualmente se están montando en muchos hogares», explicó Pablo López.
apuesta por la reparabilidad. El próximo 17 de mayo se celebrará el Día Internacional del Reciclaje y Cesvimap quiere poner el acento este año en la reparabilidad porque, como indicó su responsable de Investigación, Pablo López, «es muy importante poder saber que hay procesos de reparación que evitan la fabricación de piezas nuevas y por tanto, la emisión de CO2 a la atmósfera», y también en la seguridad vial, con especial atención a las motocicletas que «es uno de los vehículos cuya siniestralidad es más perjudicial para el conductor».
Cesvimap, un centro puntero en I+D con 689 proyectos - Foto: Isabel GarcíaEn ese doble sentido, la visita organizada por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre para medios de comunicación, que contó con la presencia del cuatro veces campeón del mundo de motociclismo Jorge Martínez Aspar, junto al equipo Aspar Air, se centró, por un lado, en demostraciones de reparación tanto de faros de vehículos como de carenados de motocicletas, como en la explicación del funcionamiento del sistema Registrador de Eventos de Datos (EDR) en caso de siniestro y un 'crash test' frontal de moto contra coche a 40 kilómetros por hora en la zona de impacto de Cesvimap.
El EDR, situado en la centralita del airbag, es un sistema de recogida de datos técnicos en caso de siniestro que será obligatorio para las nuevas matriculaciones a partir de julio de 2024 (excepto autobuses, camiones y motocicletas) y que ya lo es desde julio de 2022 para nuevas homologaciones.
José Antonio Maurenza, técnico del Departamento de Reconstrucción de Accidente de Cesvimap, explicó que este sistema «no recoge datos personales de los ocupantes del vehículo, ni audio ni imágenes, solo datos técnicos objetivos de eventos que no son normales a la conducción». Esos datos se recogen en los cinco segundos previos al accidente a través de los pretensores de los cinturones y el airbag y se extraen mediante la herramienta CDR (Crash Data Retrieval) para ofrecer un informe de la velocidad a la que circulaba el vehículo en los cinco segundos previos al evento, la presión del pedal de freno, el giro del volante y si se han activado las ADAS.
«Son datos que, por ley, no se pueden borrar y se utilizan para el análisis del siniestro», comentó el técnico.