La condición humana en 34 formas

B.M
-

Ximo Amigó expone 'L'home dibuixat' en el Palacio Los Serrano hasta el 1 de junio

La condición humana en 34 formas - Foto: David González

'El hombre salao', 'El hombre mamarracho', 'El hombre autodestructivo', 'El hombre maltratador', 'El hombre rata'. Estos son algunos de los nombres de las 34 obras que componen la exposición 'L'home dibuixat', del artista Ximo Amigó, que se puede visitar en el Palacio Los Serrano hasta el 1 de junio. De la mano de la Fundación Ávila llega esta exposición, principalmente de técnica mixta sobre tablero, aunque también hay obras que salen del cuadro, alguna proyectando su sombra desde el acero, como sucede con 'El hombre duro', o las que llegan en señales de tráfico.

Todas ellas forman parte de una exposición que, como dice el panel de presentación de la propia muestra, «es una expresión de la identidad contemporánea que se construye desde la fragmentación» porque «todos somos la suma de un compendio de identidades». «Todos somos ese home dibuixat que se construye mientras vive, que traza el contorno de su propia personalidad en el vivir», señala.

El propio autor, que compareció acompañado de la presidenta de la Fundación Ávila, Dolores Ruiz-Ayúcar, explicó que la muestra habla de la condición humana «hombre o mujer, de cómo nacemos, cómo nos hacemos y cómo todos terminamos igual, terminamos en la muerte». Y esta idea se refleja a través de una galería de retratos que, reconoce, no podría haber hecho ni con 20 ni con 30 años «porque a todos los personajes que salen los he conocido. He conocido al autodestructivo, al hombre blando, al hombre duro, al hombre invisible, al maltratador…», todos aquellos que te encuentras a lo largo de la vida.

La muestra empieza con el hombre que se hace a sí mismo y termina con el hombre muerto como dos ejemplos de la condición humana que se quiere presentar y que surgió a lo largo de la vida del autor, según le venían a la mente diferentes tipos de hombre, los apuntaba en su libreta y los iba desarrollando. Ese reflejo ahora se puede ver en una exposición que la propia presidenta de la Fundación Ávila definió como «distinta» a lo que se ha visto en otras ocasiones.