Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Enfermera, el hospital Nuestra Señora de Sonsoles fue el lugar elegido para leer un manifiesto en el que se reivindica el papel de la enfermera en el sistema sanitario. Jenifer Marcos, vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Avila, fue la encargada de leer este texto y reflejar cuáles son los principales problemas de la enfermería. En este sentido señaló que en Ávila hay un reflejo de lo que sucede de forma general con esta profesión donde existe la preocupación por las jubilaciones que se van a ir produciendo, la dificultad de acceder a puestos de mando y que la precariedad en los contratos (aunque señaló que en Castilla y León van mejorando) hace que las enfermeras se vayan fuera de España.
En el manifiesto se pusieron de relevancia los «nuevos desafíos y amenazas, como la creciente falta de personal y las dificultades que añadirá a esta debilidad en las plantillas la ya presente jubilación de promociones de enfermeras muy numerosas». «La enfermería ha evolucionado para convertirse en una profesión indispensable en todos los ámbitos de la atención sanitaria», señalaron, pero a menudo se enfrenta a «limitaciones financieras y a la infravaloración social a pesar de ser la columna vertebral de la asistencia sanitaria» por lo que piden reconocer «el valor económico que aporta la enfermería a la sociedad». Y lo hace con beneficios «económicos y sociales».
«La inversión en enfermería es rentable para la economía y, por supuesto, para la salud», se dijo en el manifiesto, y por eso el Consejo Regional de Colegios de Enfermería de Castilla y León trabaja para «garantizar que nuestro nivel competencial sea reconocido y respetado por las autoridades sanitarias y por la sociedad en general».
Tampoco se quieren olvidar de la necesidad de reforzar «el respeto por los profesionales» y que se luche «con intensidad para evitar el preocupante aumento de agresiones y violencia sobre los sanitarios», sobre todo teniendo en cuenta que «las enfermeras somos la fuerza vital esencial para la salud» y la «principal cadena de conexión con los usuarios».
Es por ello que se pide, entre otras cosas, «respetar y promover las funciones de las enfermeras como profesionales de la salud, científicas, investigadoras, instructoras y líderes» e «implicar a las enfermeras en todas las tomas de decisiones que afectan a la salud de todos en todos los niveles» así como «nombrar a las enfermeras líderes para puestos ejecutivos en todas las organizaciones sanitarias y la formulación de políticas gubernamentales». Es decir, se aboga porque las enfermeras accedan a puestos de mando mientras se llama a buscar soluciones ante el hecho de que «no hay un reemplazo suficiente» para cubrir las jubilaciones que están por llegar, teniendo en cuenta que 4,7 millones de personas están en edad de jubilación en el ámbito de la enfermería en España.