Huellas llega al verano «desbordada» por el abandono de gatos

M.M.G.
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'Huellas' atiende a 204 perros y 114 felinos y alerta de la aparición de una nueva tendencia de abandonos

Los gatos son encontrados en algunos casos en cajas de cartón y bolsas de basura.

«Desbordados». Así confiesan sentirse en la Protectora de Animales de Ávila 'Huellas' este verano ante el preocupante incremento de abandono de gatos en la ciudad, una situación que comienza a afectar seriamente a su día a día, tanto en lo que a organización del espacio se refiere como en materia económica.

Y es que en las instalaciones de la carretera del Escorial habitan en la actualidad 318 animales, de los cuales 204 son perros y 114, gatos. Y aunque los gatos sean minoría 'en casa', lo cierto es que la cifra es, quizá, la más elevada que han tenido que afrontar los trabajadores y voluntarios de 'Huellas', que observan con mucha preocupación la tendencia al aumento de abandonos en las calles de los felinos.

«El problema que teníamos con los perros hace 15 años, de abandonos descontrolados, es lo que se nos viene ahora encima con los gatos», alerta a los lectores de Diario de Ávila Lorena de Blas, voluntaria y portavoz de la protectora, que tiene muy claro que «la tendencia de abandonos se ha modificado».

Ahora, por desgracia, no resulta extraño encontrar cajas de cartón llenas de gatitos abandonados a su suerte. O bolsas de basura con pequeños animales recién nacidos.

Y muchos de ellos, los más afortunados, terminan llegando a Huellas, entidad que desde hace un año no gestiona el servicio de control de las colonias felinas de la ciudad. «Parece que con los gatos vale todo», se lamenta Lorena de esos abandonos, que tiene claro que «no dejan de ser un tipo de maltrato animal». De hecho, confiesa, si bien son muchos los gatos que logran sacar adelante, son otros muchos los que fallecen por deshidratación o inanición, dentro de esas cajas o bolsas en los que son abandonados a su suerte.

«Sólo en el segundo trimestre de este año han llegado a la protectora 110 gatos», aporta un dato Lorena, que lo relaciona con el habitual incremento de camadas durante la primavera.

Lógicamente, ese aumento de habitantes en las instalaciones de la Protectora de Animales de Ávila ha obligado a no pocos cambios en las mismas. «Es que no tenemos un centro preparado para ello», plantea la voluntaria de 'Huellas'.

Se refiere en primer lugar a las propias instalaciones, que se van quedando pequeñas para atender a tantos animales en general, y gatos en particular.

Pero recalca también que los gatos, sobre todo cuando son tan pequeños (como lo son los que estas semanas han llegado a la protectora) requieren unos cuidados muy especiales y constantes, que precisan el trabajo de muchas personas. «No tenemos tantas casas de acogida», lamenta Lorena, que explica que muchos de los voluntarios del centro han tenido que llevarse a sus domicilios animales para poder sacarlos adelante.

Y todo ello sin olvidar el elevado coste que conlleva atenderles como se merecen, proporcionándoles alimento cada dos o tres horas. Hablamos de leche y alimentos húmedos, productos todos ellos muy caros y que debe comprar la entidad.

«Si la gente no adopta y siguen apareciendo gatos, habrá que replantearse la situación», plantea por primera vez Lorena la que, en opinión de los responsables de Huellas sería la principal solución a este creciente problema. «Es que adoptar debería ser la primera opción», se refiere a aquellos que se plantean ampliar la familia con la llegada de un animal.

«Si se adoptasen animales, nos darían un alivio», continúa hablando la portavoz de Huellas, que informa de que ya han tenido que habilitar más espacios para poder dar cabida a los nuevos gatitos.

« Nos hemos tenido que reorganizar y nos vemos en la obligación de plantearnos ampliar ciertas instalaciones para dar cabida a la creciente población de gatos, lo cual creemos que va a ser un verdadero problema en los próximos años», avisa Lorena. 

El caso de los perros. La gran preocupación que estos días se tiene en 'Huellas' por la situación de su cada vez mayor familia felina no supone que hayan dejado de prestar atención a los perros. 

En la actualidad, son 204 los perros que viven en la protectora. «No se puede normalizar una cantidad de más de 200 perros, porque por muchos cuidadores que tengamos, son muchos», se entristece.

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