Lucía García Bartolomé es abulense aunque para su comunidad de seguidores en Instagram, principalmente femenina, ella es @decomamichic. Ése es el perfil que esta periodista de formación abrió hace ocho años, a raíz del nacimiento de Darío, su primer hijo, en la famosa red social sin muchas pretensiones, más allá que las de compartir algunas de sus aficiones. «Mi cuenta es de lifestyle y decoración», explica esta creadora de contenido al hablar de un perfil en el que comparte ideas para decorar, manualidades o recetas de cocina con el objetivo de que puedan servir de inspiración a sus más de 99.600 seguidores.
Lo que nació como un entretenimiento para ocupar los ratos libres durante aquella primera baja maternal «fue creciendo y creciendo», reconoce Lucía al hablar de una cuenta que llegó a superar los 100.000 seguidores y que incluso se convirtió en una fuente de ingresos. Sin embargo, reconoce, continuar creciendo suponía un esfuerzo en su caso incompatible con su trabajo y con el cuidado de sus dos hijos-ya que tres años después de la llegada de Dario nació Bruno-, por lo que decidió bajar el ritmo en su perfil de Instagram. «No puedo publicar a diario como hacía antes», reconoce esta abulense que hace ya algún tiempo dejó de alimentar el perfil de @decomamichic diariamente y que ahora ya solo publica una vez por semana. Un cambio que, reconoce, se ha traducido en un descenso de seguidores, lo que revela el «sacrificio y exigencia» que hay detrás de las redes sociales. «Conozco a gente que vive de esto», asegura Lucía que sabe bien de lo que habla porque durante mucho tiempo se ha movido en el mundo de los creadores de contenido.
Pese a la decisión de levantar el acelerador del freno, Lucía sigue compartiendo con sus seguidoras rincones decorados por ella, tendencias en hogar, consejos domésticos, manualidades (la mayoría de ellas para realizar en casa con niños) o tips de moda que puedan servir a otras personas como ejemplo a la hora de decorar una estancia, de elegir qué ponerse o de organizar planes con los más pequeños de la casa.
«No quiero ser una teletienda, mi cuenta es de inspiración»Y aunque es cierto que Lucía colabora con diferentes marcas de decoración también lo es que esta creadora de contenido, asegura, sigue siendo fiel a sí misma y a sus gustos. «Mi perfil es de inspiración», reivindica @decomamichic, que asegura que renuncia a muchas colaboraciones que no tienen nada que ver con su esencia.
De entre su contenido, cuenta Lucía, fueron un mueble azul que ella misma restauró y la forma en la que vestía las camas, con la combinación muy cuidada de colchas, cojines o sábanas, lo que le dio impulso en Instagram y también miles de seguidoras. De hecho, de ese gusto por la decoración se han hecho eco publicaciones especializadas en interiorismo y hogar, protagonizando distintos rincones del hogar madrileño de esta abulense las páginas de publicaciones como El Mueble o Mi Casa.
No solo su salón, en tonos blancos y madera, ni los dormitorios de los pequeños o su cocina, decorada con sumo gusto, son protagonistas de las publicaciones que Lucía comparte en su cuenta de Instagram por donde también aparece la casa que la familia de esta abulense tiene en un pueblo de La Moraña y que también está decorada con el exquisito gusto de su dueña en colaboración con grandes marcas como Ikea o Maisons Du Monde.
Mercadillo Solidario. Asegura Lucía García Bartolomé que lo mejor de su experiencia como creadora de contenido es la comunidad virtual que la sigue y también el haber conocido a otras creadoras con las que ha compartido muchos eventos y que han terminado siendo «amigas». Con algunas de ellas organizó hace unas semanas un mercadillo solidario en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón el que estas 'influencers' de decoración consiguieron que grandes marcas donaran muebles y otros artículos de hogar para ayudar al centro de Ayuda y Atención Temprana de la Federación valenciana de Personas con Discapacidad Intelectual (Fevadis), afectado por las inundaciones de la DANA. Una iniciativa con la que Lucía y sus compañeras consiguieron recaudar casi 7.500 euros.
«Lo mejor de este mundo es toda la gente bonita que hay detrás de las cuentas. Yo quedo con ellas a tomar café; son mis amigas», reconoce Lucía al hablar de otras creadoras de contenido que ha conocido gracias a su cuenta y que han demostrado que detrás de esas casas perfectas e impolutas hay un grandísimo corazón y muchas ganas de ayudar.