Las ansias de expansión de Trump generan recelo

Agencias
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El anuncio del presidente electo sobre controlar Groenlandia alertan a la UE y a la OTAN, que reiteran la soberanía danesa de la isla y avanzan que el territorio «no está en venta»

El republicano también aspira a dominar el canal de Panamá y hasta Canadá. - Foto: Jorge Silva (Reuters)

A escasos diez días para que Donald Trump sea investido oficialmente nuevo presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero, el republicano ya marca una agenda mundial que a muchos les hace temblar.

Las ansias expansionistas de Trump y de su nuevo equipo no tienen límites y parece que el mandatario no descarta la presión militar o económica para controlar el canal de Panamá, Groenlandia -territorio perteneciente a Dinamarca- e incluso que Canadá se fusione con EEUU tras la renuncia de Justin Trudeau como primer ministro.  

Uno de los anuncios más constrovertidos fue el interés de magnate por la isla más grande del mundo, un territorio europeo estratégico tanto por su magnitud como por su ubicación, a medio camino entre los océanos Atlántico y Ártico. 

Desde 1979, Groenlandia goza de autonomía con respecto a la metrópoli y en 2008 Copenhage renunció a la mayor parte de las competencias, con la salvedad de ámbitos clave para la seguridad como política exterior o Defensa.

Las reacciones a este desafío de la nueva Administración Trump fue contundente por parte de Europa, que mostró su recelo a este anuncio, al igual que la OTAN.

«Groenlandia no está en venta», coincidieron tanto el primer ministro local de la isla, Mute Egede, como la jefa del Gobierno central de Dinamarca, Mette Frederiksen.

Desde Bruselas, la respuesta al magnate fue similar. «La soberanía de un Estado tiene que respetarse y es un valor diplomático y un principio clave con el que trabajamos en todos los casos», aseguró la portavoz de Exteriores de la UE, Anitta Hipper, quien evitó entrar en los detalles de los comentarios de Trump sobre emplear la fuerza militar para controlar Groenlandia.

«Esperamos tener una fuerte agenda trasatlántica con el próximo Gobierno de Estados Unidos para asuntos de mutuo interés», remachó, evitando entrar en el cara a cara con el próximo presidente. 

Más duro fue el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, quien reclamó a la Comisión Europea que actúe «con la máxima firmeza» contra las «injerencias» extranjeras, al tiempo que añadió que Groenlandia pertenece a Dinamarca y es «territorio de la UE».

Desde Washington, el todavía secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que «obviamente»  EEUU no intervendrá en Groenlandia pese al aviso de Trump.