Hace ya bastantes años que comenzó el cierre de comercios en Ávila. Las cíclicas crisis económicas, la pandemia de la Covid, el auge de la venta online… Muchos y diversos son los factores que han ocasionado que se vean demasiados establecimientos cerrados por las calles de la capital. Y quizás llame más la atención este hecho en las tradicionales zonas comerciales, véase Reyes Católicos, el Paseo de San Roque o Duque de Alba.
Diario de Ávila ha visitado las siete principales calles de este tipo de la ciudad (Reyes Católicos, Paseo de San Roque, Avenida de Portugal, Agustín Rodríguez Sahagún, Duque de Alba, Paseo de la Estación y Nuestra Señora de Sonsoles) para conocer la cantidad de locales que siguen en funcionamiento o, por el contrario, sus propietarios se han visto obligados a 'chapar'. En total, se han analizado 394 establecimientos, de los cuales, 81 están cerrados (el 20%) en la actualidad. Es decir, una de cada cinco tiendas han pasado a mejor vida, algunas de ellas icónicas de sus barrios.
Eso sí, la situación varía dependiendo de cada área. La Avenida de Portugal, zona de tiendas donde las haya, es la que más está sufriendo este cierre de comercios, ya que el porcentaje asciende hasta el 38% (24 de 63), casi el doble de la media. Quizás las múltiples obras que se han sucedido allí durante los últimos meses también haya provocado en parte el declive de esta zona comercial de la capital. Por el contrario, la vía que menos afectada se muestra por esta situación es el Paseo de la Estación, con solo cinco establecimientos cerrados sobre 49 posibles (el 10%). El hecho de ser la ruta principal hacia el casco histórico desde la Estación de trenes propicia que sus negocios sigan siendo atractivos para los transeúntes de esta zona.
Entre medias, aparecen la calle Reyes Católicos (conocida históricamente como 'La Calle de los Comercios'), con el 14% de las tiendas cerradas (ocho sobre 56); el Paseo de San Roque, con nueve cerrados de 54 (17%) y otra calle de tiendas por antonomasia como Duque de Alba cuenta con el 19% de sus comercios inactivos (once de 57). Las tres, ubicadas en pleno centro de Ávila, se encuentran ligeramente por debajo de la media. Pero, aun así, también se ha notado un bajón en los últimos tiempos y nada tiene que ver su situación actual con su esplendor de antaño.
De camino hacia el centro se encuentra la calle Nuestra Señora de Sonsoles, vía vertebral de la zona sur, que supera por poco la media, con 16 de 72 establecimientos cerrados (22%). Su gran longitud (casi un kilómetro de extremo a extremo) la convierte en una de las calles más largas y con más establecimientos de la ciudad. Esto, por consiguiente, también implica que sea, en números absolutas, una de las vías con más locales cerrados (16, solo superada por los 24 de la Avenida de Portugal). Ni siquiera los áreas más modernos de la ciudad se libran de esta plaga, como ocurre con el caso de la calle Agustín Rodríguez Sahagún, el eje del Barrio de la Universidad, que, curiosamente, tiene el mismo porcentaje de negocios clausurados que la céntrica Duque de Alba (19%): ocho sobre 43 posibles.
Este panorama refleja un síntoma de cambio en cuanto a la manera de comprar de los abulenses. Si hace algunas décadas proliferaban las tiendas de barrio (alguna consigue sobrevivir al paso del tiempo), hoy en día estas están siendo sustituidas por las grandes superficies comerciales, las franquicias o los hipermercados. De modo que los negocios locales tienden a desaparecer, como se desprende de este estudio realizado en las principales zonas comerciales de la ciudad de Ávila.
Y, si nos fuéramos al corazón de los barrios (La Toledana, San Antonio, La Estación, Santo Tomás) o a las calles secundarias, la situación probablemente sea más dramática. Por eso mismo, los propietarios de estas tiendas están obligados a buscar un atractivo, algo distinto, para poder seguir activos ante el avance de la venta online y las grandes marcas. Ya lo dice el refranero popular: renovarse o morir. Un mantra que deben seguir los establecimientos abulenses para poder seguir abiertos (los que aún lo estén) durante más tiempo.
Antiguas calles comerciales que ya no lo son tanto
Durante las décadas de los 60 y 70, la ciudad de Ávila comenzó a expandirse hacia el norte y el sur. El crecimiento demográfico que experimentó toda España por el 'Baby Boom' también incluyó a la capital abulense, por lo que fue necesario crear nuevos barrios para acoger a toda las familias jóvenes de la época. Fue entonces cuando nacieron los barrios de La Toledana en la zona sur y el de San Antonio en la zona norte. Y, por consiguiente, surgieron nuevos áreas comerciales, a menor escala de las clásicas, para dotar de servicios a los nuevos vecinos.
De este modo, la calle Soria se convirtió en la zona de tiendas de la nueva barriada de La Toledana. Una vía en la que aún permanecen bastantes negocios activos, pero nada que ver con antaño, cuando convivían varias carnicerías, pescadería, un supermercado, estanco, perfumería y frutería. Eso sin contar los bares, que también eran unos pocos. Además, estos negocios se complementaban con los que luego nacieron en torno a la plaza del Rollo, donde se ubicó la farmacia de Dionisio Simón Pinto, la primera de toda la barriada sur.
En el otro extremo de la ciudad, más de lo mismo. En su caso, eran las calle David Herrero y, en menor medida, Luis Valero, las que acogieron la gran mayoría de negocios de aquel joven barrio de San Antonio. En ambas vías (principalmente en la primera) siguen activos varios negocios, algunos con muchos años de vida: pescadería, tiendas de ropa, ultramarinos, pastelería... Pero, desgraciadamente, la realidad está provocando que sean muchos menos que en el siglo pasado.
Si las calles comerciales por antonomasia sufren la crisis de los comercios, qué se puede esperar de las tiendas de barrio. Un declive que no parece tener fin.