Dice el refranero español que 'Del cerdo, hasta los andares'. Este animal, tan nuestro es el protagonista de la ancestral tradición de la matanza, una costumbre que prácticamente ha desaparecido de los hogares españoles y que si se mantiene es gracias al trabajo de personas como los vecinos de Gotarrendura, empeñados en mantener viva una práctica que hace apenas unas décadas congregaba a las familias y vecinos en torno a una jornada de fiesta.
Pues bien, esa jornada de fiesta volvía a repetirse este viernes en la localidad morañega, donde los miembros de la AsociaciónCultural Santa Teresa han unido fuerzas para volver a sacar a la calle su matanza. Y lo han hecho pensando no sólo en mantener viva esa tradición sino, además, en luchar por conseguir que en un futuro no lejano pueda llegar a ser considerada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Fernando Martín, miembro de esta asociación, explicaba a Diario de Ávila cómo uno de los requisitos para lograrlo es que la fiesta se haya celebrado, al menos, durante 25 años. Así que los vecinos de Gotarrendura ya llevan más de la mitad del camino hecha, ya que la de este sábado era la edición 17 de su matanza.
Del cerdo, hasta los andares... - Foto: Isabel GarcíaUna matanza en la que se implicaron todos los vecinos y muchos visitantes. Hasta 250 tiques de comidas se vendieron, después, eso sí, de llevar a cabo todo el proceso: unas tareas que habitualmente se desarrollan durante tres días pero que los gotarrendurenses concentraron en apenas tres horas.
Comenzaron, nos explicaba Miguel Hernández, presidente de la asociación, con el quemado, raspado, apertura y lavado de los dos cerdos (entre bromas, los vecinos los habían bautizado ayer como Pedro Sánchez yRufián) para, posteriormente, comenzar el destazado y los talleres.
Porque la gente que este sábado acudió a Gotarrendura, adultos y niños, pudo tomar parte en los talleres de chicharrón, de morcilla y de chorizo diseñados, sobre todo, para compartir la sapiencia de aquellos que, décadas atrás, ya llevaban a cabo las matanzas en Gotarrendura.
Del cerdo, hasta los andares... - Foto: Isabel GarcíaLa plaza de Santa Teresa, corazón del pueblo, se convertía durante toda la jornada en una auténtica fiesta en la que, como no podía ser de otra manera, no faltó la música, de mano de un grupo de tunos llegados de Madrid y del grupo de dulzaina y tamboril 'Aires de la Moraña'. Y donde tampoco se echaron de menos puestos de venta de rosquillas, castañas asadas, tarta y manualidades, éstas a cargo de las alumnas del Colegio de EducaciónEspecial 'Santa Teresa'.
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La jornada se completabaó con una visita al museo López Berrón y al palomar de Santa Teresa , con el fin de reivindicar, decía Martín, el origen morañego de la mística.