El alcalde de Gavilanes, Luis Cristo Rey Padró del Monte, afronta su tercera legislatura y lo hace con energías renovadas. En esta entrevista repasa para Diario de Ávila la situación actual de un municipio pequeño, enclavado en pleno Valle del Tiétar, pero grande por su gente y por su riqueza natural.
En las pasadas elecciones municipales volvió a recibir la confianza de los vecinos de Gavilanes, ¿cuáles cree que fueron las claves?
Pues nuestra forma de tratar a las personas, el contacto directo con ellas, el escuchar los problemas e intentar solucionarlos en la medida de lo posible y lo más rápido posible. Sobre todo la cercanía porque al final yo soy un vecino más de Gavilanes y trato con ellos día a día. O sea, hago alcaldía a pie de obra, como digo yo, porque mi jornada de alcalde la paso prácticamente abajo en las oficinas de atención al público o en la calle directamente viendo con los obreros el estado de las obras y hablando con la gente y conociendo sus problemas.
¿Cómo está transcurriendo esta legislatura?
Bien, con proyectos nuevos. Con ilusión están saliendo las cosas más o menos, aunque siempre hay problemas que se van solucionando, pero bien, con energías renovadas.
¿En qué proyectos están trabajando?
Pues hay algunos que se van concluyendo que los tenemos de años atrás. Por ejemplo, está el proyecto que hicimos después del incendio que tuvimos en el 2019. Aprovechando la recuperación del monte, las replantaciones que se hicieron, el semillado y el crecimiento natural, se gestó un proyecto de sumidero de carbono -porque ahora está muy de moda el tema de las absorciones de carbono- que ya está inscrito en el Ministerio y nos ha repercutido unas toneladas de carbono que nosotros podemos ofrecer a compañías que quieran contrarrestar su emisión de CO2. Es uno de los cinco proyectos más grandes de España y tenemos ahora ya liberado el 20% que está inscrito y ya estamos a disposición de ofrecérselo a la gente que lo requiera. De hecho ya tenemos comunicaciones con empresas, algunas de Ávila, para que ellos puedan compensar sus emisiones.
¿Se están realizando también obras para mejorar el municipio?
Sí, por supuesto, vamos remozando, como digo yo, los rincones para que queden bonitos, con un criterio rústico, incluidas calles y fuentes, y todo con ayuda de las administraciones superiores a través de subvenciones. También hemos puesto en marcha un taller de empleo de jardinería concedido por la Junta de Castilla y León y la verdad es que todas las jardineras que se mantenían con lo justo, ellos las han dado otro nivel y está quedando el pueblo precioso.
Y luego otro proyecto que está en proceso, pendiente de firma, es la compra por parte del Ayuntamiento de un campamento antiguo que era de Cáritas de Madrid para empezar a gestionarlo. Hemos comprado la finca, en la que se celebraban campamentos desde los años 60 y que fue una propiedad de la parroquia de Gavilanes que se vendió para poder costearse unas obras de remodelación de la Casa del Cura. Las instalaciones están un poco antiguas y últimamente no tenían actividad, y entonces nos pusimos en contacto con ellos y les ofrecimos que nos hicieran una cesión con compromiso de arreglarla o que nos la vendieran, y bueno, les pareció bien el tema de la venta. Es un proyecto que a mí me ilusiona mucho porque es en un sitio precioso, metido en pleno monte ya con un acceso directo a las rutas que hay por la zona, a 10 minutos de una garganta y a 20 minutos de otros sitios de una belleza natural impresionante. No sé si llegaremos a este verano para que empiece a funcionar, porque las instalaciones tienen servicios, agua, luz, dos o tres edificaciones que sirven como almacén, una especie de enfermería, zona de cocina, pero sin electrodomésticos; duchas y zona para lavar, pero sí que necesita un buen lavado de cara para ofrecerlo en condiciones, aunque sí que es verdad que con esas pocas instalaciones, hay campamentos que montan todos los servicios y a lo mejor algunos animan y nosotros encantados de empezar a darle rentabilidad.
Es verdad que Gavilanes tiene pocos recursos económicos, porque al final somos un pueblo pequeño y entonces en la gestión hay que hilar muy fino todos los años para que vaya la cosa para adelante y que eso atraiga a gente al pueblo, no solo a los niños, sino a sus padres, que pueden conocer la zona y apuntarla para sus vacaciones y consumir en el pueblo. Actualmente, en el pueblo hay tres campamentos privados funcionando perfectamente, que son rentables económicamente, porque un campamento en esta zona se autosustentará el solo.
¿Cuál es la situación económica del Ayuntamiento?
Nosotros somos un ayuntamiento pequeño, pero aún así, yo creo que la gestión es otra de las cosas por lo que la gente ha vuelto a confiar en nosotros. Yo llevo dos legislaturas, ésta es la tercera y la verdad es que el Ayuntamiento está completamente saneado. Tenemos un periodo medio de pago a proveedores de 10 días y no debemos nada, está totalmente todo pagado. Y luego, al final, de las cuentas del año pasado teníamos unos remanentes de tesorería de 270.200 euros y ahora hay 25 personas trabajando y dadas de alta en el Ayuntamiento, entre monitores del gimnasio y de otros servicios municipales y también a través del taller de empleo de la Junta de Castilla y León, pero es que hemos llevado a tener 32 en un ayuntamiento de unas 500 personas. En cuanto a préstamos, nos quedan por pagar 23.500 euros que liquidaremos por completo en el primer trimestre del año que viene.
Además, contamos con unas instalaciones que yo creo que poquitos pueblos del valle y de la provincia tienen, como un gimnasio público que mantenemos nosotros, unas salas con instalaciones para hacer cursos de aerobic, pilates, zumba y yoga, y contamos también con clases de canto de una coral que se ha formado. La verdad es que en Gavilanes la gente es muy proactiva. Hay muchos grupos y colaboramos con todos, con los cazadores, las mujeres rurales, los jubilados, y hay una peña taurina que debe ser de las más numerosas, con más de 150 miembros, que es muy activa en las fiestas y colabora con el Ayuntamiento con las charangas. En realidad todas las asociaciones que hay en el pueblo son muy activas y nosotros colaboramos con ellas.
También tenemos una ronda, que gusta mucho a la gente y de hecho la suelen llamar para todas las juntas de rondas. De hecho, en Gavilanes hacemos un día de ronda, en el que vienen varias y se monta un mercadillo de artesanía y es todo muy bonito.
¿Qué presupuesto tiene actualmente el Ayuntamiento?
El presupuesto inicial del 2024 es de 646.600 euros y al final, gracias a las subvenciones y ayudas de Diputación y Junta de Castilla y León, tendremos un presupuesto final de 991.620 euros aproximadamente.
En materia de tasas e impuestos, ¿qué política están siguiendo?
Desde que yo llevo como alcalde, creo que no hemos subido ninguna. Hemos tenido que crear alguna más por el tema de la potabilización de las aguas, que ha sido una cosa indispensable al hacer la potabilizadora, que funciona perfectamente. Y luego yo creo que están bastante baratas, comparando incluso con pueblos no tan lejanos. Nosotros cogemos el agua directamente de la garganta, porque no hay embalse, y entonces el agua viene bastante limpia y hacemos un filtrado. El precio está a 0,18 el metro cúbico, muy barata.
Y las tasas municipales suelen estar bajitas y no las hemos tocado. Por lo que yo veo en otros sitios que lo gestionan de otra manera o incluso con alguna empresa privada, yo creo que está barato.
Comentaba que reciben ayudas de otras administraciones.
Sí. En los pueblos pequeños es verdad que el presupuesto es para el mantenimiento del día a día. Las alegrías, como las llamo yo, son a través de esas subvenciones, que nos permiten, por ejemplo, arreglar una calle. Pero lo que es el presupuesto del Ayuntamiento te da para el mantenimiento y yo no sé si llegaría. Si no es por las ayudas que da la Diputación y, por ejemplo, el taller de empleo de la Junta de Castilla y León, hay cosas que no podríamos mantener.
¿El hecho de ser diputado provincial repercute de alguna manera positiva en Gavilanes?
Es más trabajo, pero repercutirá simplemente con la visibilidad que a lo mejor puedo tener yo como diputado, para posicionar Gavilanes en el mapa. Pero vamos, nosotros estamos de paso y Gavilanes, por sí solo, cuenta con suficientes atractivos de todo tipo, de naturaleza, micológicos… con un turismo que mira a Madrid. La gente que viene se queda loca con el pueblo y hay gente que quiere luego comprar casa, buscan un sitio para todo el año, para tener una casa de alquiler, porque saben que están a pocos kilómetros de Madrid y aquí llegan y desconectan, están en plena naturaleza y con un clima ideal. De hecho, tenemos un platanero, aguacates, naranjos y limoneros.
¿Y de qué vive fundamentalmente la gente de Gavilanes?
Tenemos ganaderos, aunque la verdad es que los pobres están pasando unos ratos malos porque cada vez son más requisitos, pero los hay tanto de leche como de carne y la verdad es que hay varios jóvenes que han tirado para adelante con el tema del ganado y les gusta esa forma de vida, ese contacto directo con la naturaleza y con los animales.
Luego hay varias empresas de construcción, restaurantes muy potentes, de mucha calidad, que están dentro de Ávila Auténtica, y una bodega de vino dentro de la DOP Cebreros. Luego, por ejemplo, tenemos una empresa de informática, que lleva muchos años, y bueno, hay gente que va y viene y que teletrabaja porque gracias a Dios tenemos buena conexión de fibra, aunque hay veces que falla y se tira dos o tres días sin conexión.
También hay mucha gente que trabaja en las cuadrillas del monte y luego, gente con el tema de tractores y maquinaria, y también los hay que se salen a buscarse la vida todos los días en Madrid, Talavera o Arenas de San Pedro.
¿Cómo es la relación de Gavilanes con el resto de municipios de la zona?
Pues en principio, buena. Siempre ha habido ese pique sano que decían con los de Mijares, y a nivel administrado, tenemos una mancomunidad que surgió después del incendio que hubo en los 80 y que es la más antigua de Castilla y León, formada por Mijares, Gavilanes, Casavieja, Pedro Bernardo y Lanzahíta, y sí es verdad que se ha tirado un tiempo sin actividad ninguna porque no teníamos mancomunado ningún servicio. Sin embargo, la hemos mantenido y hacíamos reuniones periódicas un poco por ver los problemas comunes que teníamos para resolverlos, pero ssubvenciones ya no la podíamos pedir porque no teníamos ningún servicio en común. Y todo eso, de un tiempo a esta parte, se está cambiando porque tenemos fijado unos objetivos comunes muy genéricos de desarrollo rural y turismo para los cinco pueblos y queremos cambiarlos para poder también acceder a subvenciones. Y en esas estamos, haciendo este proceso de reestructuración para que la mancomunidad vuelva a tener un uso, que hagamos algo en común, no solo esas reuniones que hacíamos, que la verdad es que eran muy cordiales.
Y para finalizar, ¿qué mensaje le gustaría mandar a sus vecinos de Gavilanes?
Generación tras generación, las gentes de Gavilanes han ido forjando un carácter y una personalidad propia que se transmite a través del tiempo e incluso se contagia fácilmente a los amigos y forasteros que nos visitan. Este carácter generoso, amistoso y de talante castellano es una seña de identidad que provoca que siempre se quede un buen recuerdo en quien visita Gavilanes y comparte unos días con nosotros. Esto hace de Gavilanes, junto con su entorno natural privilegiado, un lugar especial para vivir. Por eso el mensaje que quisiera transmitir a los gavilaniegos es que sigan cultivando esta forma de ser y que transmitan estos valores y nuestras tradiciones a futuras generaciones, porque son, sin duda, nuestra seña de identidad y nuestra Historia