El peligro del 'por uno no pasa nada'

E.Carretero
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José Antonio y Juan Carlos son dos de los fumadores que han empezado el año diciendo adiós al tabaco con ayuda farmacológica y apoyo médico. En ambos casos mejorar su salud ha sido la principal motivación

El peligro del 'por uno no pasa nada' - Foto: David Castro

El 16 de diciembre. Esa jornada está marcada en rojo en el calendario de José Antonio. Es el día en que dejó de fumar. «Lo he intentado más veces», reconoce este abulense de 61 años que lleva fumando desde los 12 y que en una ocasión estuvo sin fumar durante diez meses. Ése es su récord. Un récord que confía en superar en esta ocasión porque no solo tiene la experiencia de la otra vez, cuando «caí por una tontería; por pedir un cigarro», sino porque  ahora también cuenta con apoyo farmacológico y médico. 

«Llevo muchos años fumando y estaba medio asfixiado. Por las noches tengo unas toses terribles», apunta este ya exfumador para hablar de los motivos que le llevaron a acudir a su médico de cabecera a pedir ayuda para dejar de fumar y hacerlo con el ánimo de que ésta sea la definitiva. 

Aunque afirma que es consciente de que «las ganas de fumar no se van a ir nunca»  también se muestra convencido José Antonio de que «hay que pararlo». Y aunque no hace ni un mes que dejó de fumar, afirma este abulense que ya ha empezado a notar los beneficios de decir adiós al tabaco. No solo los relacionados con la salud, sino también económicos. «He cambiado hasta de coche», dice divertido y como ejemplo del ahorro que supone el haber dejado de comprar todos los días al menos una cajetilla de tabaco, cuyo precio ronda los cinco euros. 

Sabe que no es fácil pero motivación para dejarlo no le falta y cuenta además, afirma, con la ayuda de farmacológica de Todacitan, tratamiento que le recetó su médico de cabecera cuando le expuso que quería dejar de fumar, además de con el apoyo del equipo del programa de deshabituación tabáquica del Centro de Salud Ávila Suroeste, a donde acude cada semana para asistir a unas charlas en las que aprende cómo actúa la nicotina en su cuerpo, y sobre todo en su cerebro, y cómo actuar cuando las ganas de fumar asalten. «De momento lo llevo bien», reconoce este abulense que espera poder decir no muy tarde que es ex fumador. 

Con 10 años empezó a fumar Juan Carlos, que actualmente tiene 62 y a quien su médico de cabecera llevaba tiempo recomendando dejar de fumar porque el tabaco agrava las patologías que ya tiene. Él también lleva sin fumar desde el pasado 16 de diciembre, lo que no tiene poco mérito teniendo en cuenta que por medio han pasado todas las fiestas y celebraciones navideñas, que él ha superado sin ceder a las ganas de fumar. 

«La medicación me va muy bien y no he tenido ansiedad», asegura este abulense que antes de dejarlo fumaba un paquete y medio diario de cigarrillos y que prácticamente desde el primer día ha empezado a notar los beneficios de dejar el tabaco. «Tengo menos tos y respiro mejor», afirma con evidente satisfacción consciente de que a pesar de la dificultad de momento le va ganando el pulso al tabaco. 

«La dependencia física dura como mucho un mes», les recuerda a Juan Carlos, José Antonio y el resto de fumadores que la escuchan la doctora Blanca Noreña, responsable del programa de tabaquismo del Centro de Salud Ávila Suroeste, para recordar a sus pacientes que lo peor está a punto de pasar y que a partir de ahora es muy importante no bajar la guardia porque el «por uno no pasa nada, es un error».