La tendencia al envejecimiento de la sociedad española, con cada vez menos nacimientos y una esperanza de vida mayor, es también una realidad en Ávila.Atrás quedaron los años en los que los niños nacidos en el hospital abulense superaban los mil, 1.200 o, incluso, los 1.300. De hecho, desde hace unos años, las cifras de bebés que ven la luz en el Complejo Asistencial de Ávila se alejan considerablemente de esos datos. Lo hicieron así en 2023, cuando se registraba el peor dato del histórico de los primeros 25 años del siglo XXI, con 650 nacimientos. Y volvieron a hacerlo este 2024, cuando pese a registrarse un pequeño repunte del 4,2 por ciento respecto al año anterior, la cifra de niños nacidos siguió sin superar los 700.

Y es que el año pasaron fueron 671 los niños que nacieron en el Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles, lo que supone el segundo peor dato registrado en lo que llevamos de siglo (por detrás de los 650 niños nacidos en 2023 ya mencionados). Esa cifra, representa una media de 1,8 niños nacidos al día en la capital. Un dato también muy alejado de los 3,7 niños de media contabilizados en 2008, el mejor año del histórico del siglo XXI, cuando nacieron en la ciudad 1.374 pequeños. E inferior también a los 2,6 niños de media en los últimos 25 años.

Según los datos facilitados desde el ComplejoAsistencial de Ávila a este diario, esos 671 nacimientos tuvieron lugar en 665 partos.

De ellos,  498 fueron partos vaginales, mientras que 167 fueron cesáreas, cuando el año pasado las cesáreas se quedaron en 166. 

Por otra parte, en 2024 se contabilizaron en Ávila seis partos gemelares, cuatro menos que los diez partos de estas características contabilizados en 2023.

Si hablamos de nacimientos por meses, el mes con mayor número de nacimientos fue agosto, con un total de 69. Y, en el otro lado de la balanza, los meses con menor número fueron febrero y diciembre, con un total de 42 alumbramientos cada uno. Podemos recordar en este sentido que la primera en nacer en Ávila en 2024 fue la pequeña Martina, que se convirtió en uno de los niños  más 'madrugadores' del año en Castilla y León y en España, al nacer a las 00,01 horas del 1 de enero.

Con lo que respecta al sexo de los pequeños, los niños 'ganaron' cómodamente a las niñas: en 2024 nacieron 365 fueron varones frente a 306 hembras.

los nacidos en el siglo xxi. Lo cierto es que los datos de nacimientos que maneja Diario de Ávila se remontan al año 2000, por lo que ya podemos aportar la cifra de nacimientos registrados en Ávila a lo largo del primer cuarto de siglo XXI: 24.168 niños y niñas han visto la luz entre el año 2000 y el 2024 en Ávila. 

Como apuntábamos antes, el año más ajetreado en la planta de maternidad del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles fue  2008, con 1.374 nuevos abulenses.

A esa cifra se llegaba gracias a una escalada de nacimientos que partía de los 679 niños del año 2000 (la tercera cifra más baja del histórico); los 904 de 2001; y los 920 de 2002.Fue en 2003 cuando por primera vez se superaba el millar de nacimientos, con 1.100. Y desde ese momento el crecimiento fue constante (1.170 niños en 2004; 1.190 en 2005; 1.224 en 2006; y 1.277 en 2007).

Ya en 2009, justo después de haber superado esa barrera de los 1.300 nacimientos, comenzaba la caída en las cifras, con 1.262 nacimientos. Una caída que ha sido, por desgracia, la tendencia en Ávila desde entonces.

Así, podemos hablar de los 1.203 pequeños nacidos en 2010; los 1.137 de 2011; y los 1.057 de 201

En 2013, las tablas del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles regresaron a las cifras de tres dígitos, con 989 nacimientos. Un retroceso al que le siguió una pequeña (y efímera) alegría en 2014, cuando se superaron de nuevo los mil niños (con 1.016), y que se consolidó en 2015, con 937 nuevos abulenses.

A partir de ahí, la caída continuó de forma alarmante. Hablamos de 900 pequeños nacidos en Ávila en 2016; 862 en 2017; 784 en 2018; 757 en el año 2019; y 691 en el año 2020.

La pandemia trajo un pequeño repunte de alumbramientos, ya que en 2021 se registró el único incremento en las cifras de los últimos diez años, con 709 nacimientos. A partir de ese momento, volvieron las caídas: 705 niños nacidos en 2022; 650 en 2023 (peor dato del primer cuarto de siglo, como decíamos); y 671 de 2024.

«Repetiríamos la experiencia de dar a luz aquí. Fueron encantadores»

Ángela Jiménez fue una de las  665 mujeres que en algún momento de 2024 vivió la experiencia de la maternidad en el ComplejoAsistencial de Ávila. Podría haber optado por hacerlo en Madrid,Salamanca oValladolid, como deciden hacerlo no pocas parejas abulenses. Pero ella y su marido, Pablo,  los dos naturales de Ávila, se decidieron por dar la bienvenida a su primer hijo cerca de casa.

Daniel nació el pasado 11 de mayo. Ha cumplido ya, pues, sus siete primeros meses de vida. Y, de momento, se está portando muy bien con sus recién estrenados papás. «Es muy bueno», nos dice ilusionada Ángela, que recuerda para nosotros su experiencia en el Complejo Asistencial de Ávila: desde las primeras visitas al ginecólogo hasta el nacimiento y el posparto.

«Tuvimos aquí todas las consultas», explica Ángela, que sólo tiene palabras de agradecimiento para los profesionales que le atendieron los nueve meses de embarazo. «Todo fue bien, con la matrona, en ginecología...», continúa hablando esta joven madre, que confiesa estar viviendo a tope la experiencia de la maternidad. «La verdad es que tuve un embarazo muy bueno», cuenta. Eso, desde luego, ayuda mucho a que todo sea más llevadero. Incluso cuando llega el ansiado (y temido, sobre todo para las primerizas) momento del parto.

«Se me retrasó una semana», comienza Ángela el relato del que, como en el caso de todas las madres, es el episodio más importante de su vida. «Daniel nació en la semana 4!, apunta.

Fue en el puente de mayo, una semana antes del nacimiento, cuando Ángela tuvo las primeras contracciones. «Pero se pararon», dice.

Así que el equipo médico le aseguró que, de no nacer antes, le provocarían el parto el 13 de mayo. «Pero me puse de parto el día 11», comenta aún con el alivio de no haber tenido que pasar por el proceso de una inducción. 

Después de un control el día 10, y de que le dijeran que todo apuntaba a un parto inminente, fue el día 11 cuando, bien prontito (a las seis de la mañana) empezaba todo.

«Tardé un poco en dilatar, pero todo fue bien», comparte con nosotros Ángela, que tuvo un parto natural (o eutócico), que sonríe cuando recuerda que Daniel «no quería salir, no tenía prisa». De hecho, no fue hasta las 20,14 horas (Ángela tiene grabada a fuego la hora exacta del alumbramiento) que Daniel asomara su carita a la vida.

«La verdad es que fueron encantadores en todo momento con nosotros», comenta Ángela ahora, ya con la serenidad que da la perspectiva de revivir meses después esa maravillosa experiencia. «En todo momento estuvieron conmigo. Estoy muy contenta con ellos», se refiere al equipo médico que la atendió durante ese 11 de mayo.

Si tuviera que poner un pero a la experiencia, Ángela lamenta que una vez en la planta, sintió que en algú momento se «olvidaron» de ella.

En sus tres noches de ingreso, cuenta, echó de menos que algún miembro del equipo médico pasara por su habitación. Piensa que quizá pueda tener que ver con el hecho de coincidir con el fin de semana. «Se veía que no había mucho movimiento», apunta Ángela, que sí que echó de menos, dice, alguien que le ayudara con el tema de la lactancia. «Sí que pasaban enfermeras, pero sólo me preguntaban cómo me encontraba. Me hubiera gustado tener alguien más especializado en lactancia». En cualquier caso, Ángela tiene claro que repetiría, llegado el caso, volvería a vivir esta experiencia en el Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles. «Repetiríamos la experiencia de dar a luz aquí.Fueron encantadores», se despide de nosotros-