Camperos Maello se fundó en 2017 cuando decidieron «apostar por el huevo campero ante la demanda que había en el mercado». En ella trabajan ahora mismo ocho personas y cuentan con tres granjas de producción de unas 30.000 aves cada una, «todos huevos camperos y aquí lo que hacemos es envasarlos y clasificarlos», aunque la distribución la lleva «la empresa grande».
Explica que cada vez tienen más demanda y es por ello que están pensando en crecer «tanto en campero como en ecológico, hacer algo más».
Él está encantado de estar y trabajar en un pueblo porque le gusta el mundo rural, pero lo de las comunicaciones es otro tema. «En eso tenemos muchos problemas, control de accesos, caminos que nos están faltados y, sobre todo, internet», por lo que siguen luchando para ver si consiguen «mejores comunicaciones». Por ejemplo ahora tienen un proyecto de fibra óptica y lo tienen que costear por lo que demandan más apoyo de las administraciones porque al final «pagamos unos impuestos altos y no tenemos los mismos servicios que en el centro del pueblo».
La otra cara de la moneda es que «en un pueblo es todo más sencillo, más cercano a todo, conoces a todo el mundo, todo el mundo te ayuda si necesitas algo. En las ciudades somos más un número».
Entre sus proyectos de futuro está tener más producción pero para eso necesitan más terreno porque la gallina campera necesita cuatro metros cuadrados de jardín para cada gallina y con el terreno actual está cubierto. Por eso piensa en comprar alguna finca y además ya tienen una pequeña para hacer una granja ecológica «pero pequeña, para 15.000 ecológicas o por ahí, porque tampoco es un mercado muy demandado el ecológico porque es un mercado que es caro y la gente mira el precio también». Mientras esto sucede siguen en un camino de con sus huevos camperos y con una distribución por toda España.