Los vecinos de Baterna fueron el pasado fin de semana los anfitriones de la cuarta edición de la Matanza, una festividad que unió a los habitantes de todo el municipio de Solosancho (al que también pertenecen los anejos de Robledillo y Villaviciosa) y a muchos visitantes llegados para la ocasión en torno a esta tradición en torno al cerdo como alimento secular, y que "da sentido de pertenencia a las raíces".
Desde el viernes, 16 de febrero, ya ser respiraba una atmósfera festiva con la recogida de leña para desarrollar las actividades y la merienda, marcando el inicio de un fin de semana cargado de actividades que iban a reflejar la esencia de esta fiesta.
Desde el Ayuntamiento de Solosancho se ha informado que los vecinos de los cuatro núcleos de población se unieron para participar en las diferentes etapas de la matanza, desde el lavado de tripas en el río hasta el estazado del cerdo, el picado de la carne y la elaboración de chorizos y morcillas. "Fueron muchos los momentos de confraternización, y también sirvieron estos días para cocinar en compañía platos tan tradicionales como las sopas de ajo, las patatas con costilla o las judías con chorizo y panceta. La música de gaitilla acompañó los momentos de la celebración, creando un buen ambiente del que se contagiaron todos los presentes".
El alcalde, Jesús Martín, expresó su satisfacción al ver a todos unidos en torno a esta antigua tradición, destacando el valor de la amistad y la fortaleza de una comunidad cohesionada. "La Matanza en Baterna es mucho más que una fiesta, es la demostración de una unión a través de la recuperación de esta fiesta", afirmó, y "en un mundo en constante cambio, eventos como este sirven como recordatorio de la importancia de honrar y mantener vivas las raíces que nos conectan con nuestro pasado".
"Me gusta especialmente que muy diferentes generaciones compartan tiempo y vivencias y que nos niños de nuestros pueblos aprendan valores como escuchar y recordar para que nuestras raíces no se pierdan" concluyó el alcalde de Solosancho.