Siempre se ha dicho que la Navidad es más mágica cuando se contempla con los ojos de un niño. Las luces que iluminan las calles, los villancicos que suenan, la espera a los Magos de Oriente... Todo contribuye a hacer que estos días sean, para muchos, los más bonitos del año.

Pero puede que también, sólo con esa mirada infantil e ilusionada, pueda omitirse la 'Cara B' de la Navidad abulense: la que no debería estar a la vista y que afea (mucho) las calles y plazas de una ciudad Patrimonio de la Humanidad, como es Ávila. 

Porque si bien estos días los abulenses y turistas disfrutan ya de las atracciones propias de esta época, también se ven sorprendidos por el poco mimo con el que se ha instalado, por ejemplo, el Mercado de Navidad de la plaza de la Catedral de El Salvador.

La cara B de la Navidad - Foto: Isabel GarcíaA los pies del primer templo de Ávila, es posible caminar entre una veintena de puestos de regalos y comida. Una propuesta, sin duda, muy agradable para el paseante que, por desgracia, descubre también elementos que rompen del todo con la estética navideña.

Hablamos, por ejemplo, de los contenedores de basura repartidos por la plaza. Hasta cuatro pudimos contar esta semana, pegados a las farolas de la plaza de la Catedral y desluciendo un espacio monumental único.

Como también lo deslucen las bombonas de butano, bidones, escaleras y demás aparejos apostados en la trasera de los puestos de comida y bien visibles para todos aquellos que en algún momento pasan estos días por la plaza de la Catedral.

La cara B de la Navidad - Foto: Isabel GarcíaLa imagen que ofrece a los visitantes no es para nada agradable. Y a ello tampoco contribuyen los grandes transformadores eléctricos atados con cadenas a las preciosas bases de granito de las luminarias de la histórica plaza. Ni lo hacen las vallas de plástico amarillas  apostadas frente a la calle del Tostado.

la ubicación del belén. Por otra parte, la plaza de la Catedral acoge este año un bonito carrusel infantil y, cerca de él, el Belén luminoso que ya se ha visto otros años en la ciudad: una preciosa composición con la Sagrada Familia y losReyes Magos que no luce como debería, al estar 'escondido' entre los muros de la Catedral y los puestos.

Resulta, pues, imposible verlo desde el edificio de Correos, desde donde en cambio se contempla la poco estética parte trasera de los puestos. Un sencillo cambio de ubicación (situando los puestos pegados al muro del templo y el Belén junto a la calzada) hubiera resuelto ambos casos. 

La cara B de la Navidad - Foto: Isabel GarcíaY no lejos de la Catedral, en la plaza del MercadoGrande, el visitante se encuentra con la pista de patinaje sobre hielo, todo un clásico ya de la Navidad abulense. 

Aquí la situación en cuanto a la estética se repite. Porque junto a la pista, y a sólo unos metros de la imponente Muralla, salta a la vista un conjunto de aparatos, carretillas, lonas y mangueras que restan toda la magia a la instalación. A eso se suma, además, un contenedor de obras recién instalado en el corazón de la ciudad, junto a la valla que rodea esas carretillas y demás aparataje del que les hablamos y a sólo unos metros de la escultura de Vassallo de la Santa.

Los turistas y vecinos lo contemplan sorprendidos y lo comentan con cierto disgusto, como han trasladado ya en varias ocasiones a este diario.