El Plan de Gestión para la Ciudad Vieja de Ávila y sus iglesias extramuros contempla incluir políticas para recuperar viviendas y locales vacíos existentes actualmente en el casco histórico, y se presenta como «una ocasión propicia para recopilar y aunar todos los esfuerzos que, de manera más o menos aislada, se están llevando a cabo para la mejora de la ciudad y su patrimonio».
Actualmente está en proceso de licitación el servicio de elaboración de dicho plan que complemente el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico, que fue aprobado en el mes de julio del año 2019, mientras que el Plan de Gestión vendrá a «actualizar, implementar y desarrollar, de acuerdo a las nuevas perspectivas internacionales», diferentes apuntes marcados desde el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos).
Según consta en el apartado de objetivos del pliego de prestaciones técnicas para la prestación de este plan, el documento se abordará como «un instrumento destinado a garantizar la administración y conservación del patrimonio cultural de un modo integral e integrado», destinado a «una plasmación de una visión de futuro para la ciudad, de una estrategia que ofrezca las bases para la coordinación de las actuaciones previstas a corto, medio y largo plazo, y que considera el valor patrimonial como el principal de los factores. Tiene que tener un carácter transversal y multisectorial abarcando la mayoría de los factores y sectores implicados en el desarrollo urbano, analizados siempre desde la óptica del patrimonio y de sus interacciones», para lo que resulta necesario «una visión integral de la ciudad y su patrimonio», constituyendo «una ocasión propicia para recopilar y aunar todos los esfuerzos que, de manera más o menos aislada, se están llevando a cabo para la mejora de la ciudad y su patrimonio, y plantear mecanismos para optimizar esfuerzos y recursos, y coordinar objetivos, acciones y agentes. Todo ello desde dos premisas fundamentales: la comprensión de la ciudad como un sistema complejo y cambiante, cuyo presente y futuro es necesario orientar adecuadamente; y la consideración del patrimonio cultural con un valor fundamental de la ciudad y una de sus ventajas competitivas, cuyo valor, identidad y autenticidad es necesario preservar».
medidas específicas. Varias son las medidas específicas que se plantean dentro de este Plan de Gestión, y entre ellas destaca el apunte de que «la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, que se plasma en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, será uno de los ítems que se deberán coordinar e implementar desde este Plan de Gestión», por lo que «las zonas de bajas emisiones se tendrán en cuenta en la elaboración y coordinación del Plan en el que se incluirán a todos los agentes implicados».
También se matiza que «uno de los elementos destacados por Icomos en las necesidades del Plan es la gestión económica, debiendo todas las acciones estar dotadas de partidas presupuestarias», y se considera como importante para su introducción «la recuperación de programas de educación tanto de jóvenes como de personas mayores» que «debe ser un objetivo del plan», lo mismo que incorporar «la perspectiva de género, destacando la participación de la mujer en la trasmisión de la cultura y las tradiciones que conforman parte del patrimonio de la ciudad tanto en lo material como en lo inmaterial».
En cuanto a la necesidad de actuar sobre los locales y viviendas incluidas en la zona de afectación del plan, y reconociendo que «la zona declarada Patrimonio Mundial es un área envejecida, lo que conlleva grandes problemas en la ocupación de las viviendas, ya que al desaparecer sus ocupantes se produce un abandono de la residencia lo que provoca la pérdida de población tan conocida y temida en los conjuntos históricos», se explica que «sólo las zonas habitadas conllevan la conservación, la vida y potencian el desarrollo social y por tanto la economía», por lo que se considera como imprecindible que «el Plan debe potenciar políticas activas de recuperación y uso de la vivienda como zona para vivir», así como «la conservación de los colegios y residencias dentro del conjunto como polo de atracción de uso», ya que «con ello se contribuye a la sostenibilidad del mismo».
Parecida actuación se pide para los locales comerciales, ya que «igualmente el comercio ha sufrido una importante degradación, con la existencia de numerosos locales vacíos, por lo que son necesarias estrategias de implantación comercial».