Palabras de recuerdo a su niñez por tierras abulenses y de sentimiento hacia las cofradías protagonizaron el discurso con el que Alicia García, consejera de Cultura y Turismo, pregonó en Madrid la Semana Santa de Ávila.
Allí llegó de la mano de la Junta de Semana Santa y del Hogar de Ávila en Madrid, que organizaron un acto por el que la consejera pudo dar su visión más personal de nuestra Semana da Pasión.
No en vano sus primeras palabras fueron para destacar que era una ocasión «sentida y agradable» el poder ser pregonera de la Semana Santa, tras lo cual comenzó a hacer su cariñoso relato en el que no faltaron palabras para el contenido, cada procesión, y el continente, lo que supone la propia ciudad.
Eso sí los cofrades formaron una parte importante de su discurso destacando que «la fe y pujanza de cofrades y penitentes de nuestra tierra confluyen en esa extraordinaria mezcla de arte y sentimiento que constituyen las tallas, imágenes y pasos de nuestra pasión abulense».
El uso de la palabra nuestra determinó el profundo sentimiento por la tierra, por lo que en el pregón se mezclaron los recuerdos de la ciudad con los de su infancia. Se refirió, por ejemplo, la emoción con la que participó en el Santo Entierro cuando portaba «como concejala la enseña de la ciudad, de mi ciudad, de nuestra querida ciudad de Ávila». Un momento de emoción que también se vio cuando rememoró el Domingo de Pascua, «para mí otro de esos momentos entrañables de nuestra Semana Santa de Ávila. Recuerdo haberlo vivido más intensamente en mi infancia, sin duda por el ambiente de liberación y de alegría que impregnaba aquella fiesta».
Y también recalcó sus primeros recuerdos de niña que se sitúan en el paso de la Borriquilla, «extasiada frente al paso y el luminoso colorido que produce la uniformidad morada y blanca de los hermanos de la Archicofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli».
Habló de la ciudad y recordó su «amurallado espacio medieval y romano y que emula en su trasfondo a la Jerusalén sagrada; Patrimonio de la Humanidad erigido como soberbio baluarte ante el extenso espacio de naturaleza infinita y yerma».
Un espacio que recoge todo el arte que forma parte de la Semana Santa de Ávila, que definió de «íntima y acogedora», y del que habló de escultores como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Berruguete y sus escuelas, dejando un «legado artístico al que ha ido añadiéndose la espléndida colección de obras de artistas posteriores y modernos como Plácido Martín Sampedro, Antonio Arenas, Gerardo Morante, Pedro González Martín o Manuel Romero, entre otros».
Sin duda la escultura es el arte por excelencia de la Semana Santa pero la consejera tampoco quiso olvidar a los músicos, poetas y pintores «que han tomado como fuente de inspiración esta manifestación de fe».
Por todo ello, Alicia García invitó con todo el alma a compartir la Semana Santa de Ávila, «comprobad su espiritual fuerza, su mística esculpida, procesionada y bella, el poder evocador de nuestras calles, muros y plazas, la contrastada tradición y actual fuerza de una sociedad que ha hecho de este rito sagrado una celebración cívica reconocida nacionalmente en su turístico prestigio, y que, aspira a darse a conocer al mundo entero».
El testigo de la Semana Santa lo toma este viernes Pablo Serrano, director de Diario de Ávila, que se encarga del pregón en Valladolid.