Una charla redescubre secretos y atractivos de la Encarnación

D.C
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Raimundo Moreno y David Casillas se acercaron a la historia del monasterio para conocer su esencia arquitectónica y su influencia para el mundo del arte

Una charla redescubre secretos y atractivos de la Encarnación - Foto: Isabel García

El programa cultural organizado por UNED-Ávila para el primer semestre del año ofreció este lunes la segunda de las conferencias del ciclo 'Un edificio, un personaje', una charla que tuvo como eje central el monasterio de la Encarnación, pero visto no sólo como un edificio singular y emblemático por haber tenido como monja, primero, y como priora, después, a santa Teresa de Jesús, singular reformadora y primera Doctora de la Iglesia, sino también como lugar lleno de significación espiritual que influyó no poco en artistas del siglo XX, en concreto Federico García Lorca y Salvador Dalí.

Raimundo Moreno, historiador del arte con numerosos libros y artículos publicados, fue el encargado de ofrecer al auditorio una rica y en no pocos aspectos novedosa información sobre el convento carmelita, mientras que David Casillas, periodista de Diario de Ávila, se centró en hablar de cómo visitar este edificio cambió de alguna manera la forma de crear de Lorca y Dalí.

Recorrió Moreno la historia de la comunidad carmelita, desde su nacimiento en 1479 como beaterio situado en el actual palacio de Sofraga y la posterior mudanza a otras dependencias cercanas en la calle del Lomo, hasta su traslado definitivo al edificio actual, explicando que «el largo proceso constructivo de este último se inició en la segunda década del siglo XVI, diseñándose un edificio con anomalías como tener un claustro ubicado al norte de la iglesia».

Con el paso de los siglos y tras los procesos de beatificación y canonización de la Santa, «el edificio se fue monumentalizando con nuevos espacios como la capilla de la Transverberación, cuya traza se debe al arquitecto Francisco Cillero». La información que aportó Moreno se completó con los planos de la reforma que a mediados del siglo XVIII dio a este templo su imagen actual, incorporando una nueva cabecera y un revestimiento conforme al estilo barroco del momento.

David Casillas viajó más cerca en el tiempo, al siglo XX, para recordar capítulos no muy conocidos pero sí de notable trascendencia para la cultura española germinados en la Encarnación, como la visita en octubre de 1916 de un joven Lorca que llegó a «la augusta Ávila» como prometedor músico pero que en esta ciudad, la de «la más grande mujer de la Historia», escribió su primer poema, y la que en diciembre de 1948 hizo Dalí para admirar (bien podría decirse que venerar) el original Cristo que dibujo san Juan de la Cruz e inspirarse en él para crear una de sus obras más célebres, con la cual, además, pasó del surrealismo al misticismo.