Cuando pensamos en las Jornadas Medievales, nos acordamos de los de aquí, los vecinos de la ciudad y los de la provincia; de los turistas de fuera; de los mercaderes oriundos o de los llegados de otras tierras... y no podemos olvidar a los actores que amenizan el completo programa de actividades que tienen lugar de viernes a domingo. Los hay de aquí –y lo han hecho fenomenal–, y los hay de fuera.
Para los últimos, su vida es nómada, como la del grupo Saltimbankis de Sambi, que ya lleva cinco años actuando en Ávila –y ayer mismo preparaba sus maletas para irse hasta Málaga–, acercando ese espectáculo que mezcla lo circense y lo medieval a los miles de visitantes de la ciudad. Ellos mismos, reconocían ayer mismo a nuestro fotógrafo que el de Ávila es especial. Y tienen experiencia, porque han actuado en Miranda de Ebro, León,Burgos, Teruel, Valencia,A Coruña, Palencia, Valladolid, Sevilla, Guadalajara, Segovia, Medina de Río Seco, Tordesillas, Portugal y un largo etcétera. No nos cabe la menor duda de que las Jornadas Medievales de Ávila –como nos gusta llamarlo aquí– son espectaculares por la gente que moviliza, por la idoneidad de la fecha, por su tamaño, variedad y, no lo olvidemos, la Muralla. Hasta los abulenses nos lo hemos creído, que capa al hombro –entiéndase–, salimos a la calle para celebrarlo como si de nuestra fiesta por excelencia se tratara.