El quebrantahuesos vuelve a volar en Gredos. Con una segunda etapa en la reintroducción de esta especie ya son nueve los ejemplares que están en la sierra abulense dentro de un proyecto que pretende superar el medio centenar y crear una población que sirva de enlace entre Cazorla y el norte del país.

El director del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en la Sierra de Gredos, Gerardo Báguena (Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos), explicó durante el acto celebrado ese miércoles que se recibían cuatro ejemplares que se unían a los cinco que ya volaban por la sierra. «Forman parte de un proyecto de reintroducción que pretende crear una población autosostenible en el parque regional y que viene a restaurar, ahora que se acaba de aprobar en Europa la Ley de Restauración Ambiental y de Hábitat, la población extinta que desapareció a mediados del pasado siglo XX», explicó. Para ello se trabaja a través de un programa de cooperación en el que los quebrantahuesos que llegan proceden cedidos de forma gratuita por el Gobierno de Aragón y se espera alcanzar un número de 50 ó 60 animales en los próximos años para tener una población autónoma «que permita crear un puente entre la población que todavía hay en Cazorla, gracias a un proyecto de reintroducción, con la que tenemos en Norte de España».

En otras palabras, Gredos va a actuar de enlace, de tal manera que se considera, desde el punto de vista demográfico, un proyecto estratégico que va a permitir unir esas dos poblaciones ahora inconexas, de modo que gracias este proyecto haya «un flujo genético importante».

Para ver la reintroducción de los nuevos ejemplares se contó además con la presencia del delegado territorial de la Junta de Castilla y León, José Francisco Hernández Herrero, y el vicepresidente de la Diputación de Ávila, Jesús Martín.

El primero de ellos puso en valor que el quebrantahuesos está «en la lista roja de especies en extinción», por lo que es aún más importante este «exitoso» proyecto que llega a Gredos y que, recordó, se hace de forma paralela con la distribución y comercialización de quesos con la cooperativa de Candeleda, lo que supone tener «un impacto socioeconómico muy relevante porque el quebrantahuesos también es un símbolo para muchos territorios». Así lo fue en su día en Gredos y ahora se llega a la reintroducción y «a través de él tenemos más turismo, tenemos una especie que sin duda se está convirtiendo en un emblema de nuestro territorio».

Jesús Martín García también puso de relevancia ese proyecto para comercializar quesos de montaña junto con los cabreros de El Raso, con «14 cabreros que continúan con sus rebaños de altura de cabra verata y guisandesa» y poder «conseguir un queso de calidad certificado por la marca de garantía que tiene propia la fundación y que yo creo que es lo que realmente se necesita para poner en valor el trabajo y el producto de esos cabreros».