Editorial

Recuperación de la agenda de inversiones en infraestructuras de carreteras

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El Ministerio de Transportes está acometiendo obras en la intersección de la N-110 y la N-502, en el término municipal de La Colilla, un punto donde se busca mejorar la seguridad vial construyendo una gran glorieta de 50 metros de diámetro. Estamos ante uno de los puntos con mayor afluencia de tráfico de la provincia de Ávila, con 9.420 vehículos que transitan a diario de media por este lugar, y que es especialmente conflictivo los fines de semana, cuando confluyen los vehículos procedentes, o que se dirigen, al Valle del Tiétar, al Alto Alberche, la comarca de Barco-Piedrahíta-Gredos y el Valle Amblés y la Sierra de Ávila. Esto da buena cuenta de lo importante que se antoja esta actuación.

Esta intervención, no obstante, puede que quede obsoleta en apenas unos años cuando se acometa otro proyecto que ahora también parece que cobra impulso, como es el desdoblamiento del tramo de la N-110 que va desde su conexión con la AV-20, la variante de Ávila, hasta La Serrada, pasando por esta intersección. Ese proyecto ya se encuentra en la fase de redacción, con un presupuesto de 800.000 euros y tiene un plazo de ejecución máximo de 36 meses. Estamos, igualmente, ante una obra muy necesaria, ya que se trata del tramo de la provincia de Ávila con más tránsito de vehículos, si exceptuamos la A-6, lo que obliga también a intervenir en busca de una mayor seguridad vial. Y más teniendo en cuenta que estamos en una provincia donde después de que se construyese la autovía a Salamanca y el puente de La Gaznata las grandes inversiones en infraestructuras de carreteras han desaparecido, y no será porque no hay proyectos pendientes, como la A-40, entre Ávila y Maqueta, y la conexión por autovía entre Ávila y la A-6, dos grandes actuaciones que están relacionadas, que vertebrarían de una manera real la provincia de Ávila y que mejorarían también notablemente las conexiones del norte y el sur de España sin tener que entrar en la comunidad de Madrid, creando una importante vía de conexión rápida entre Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Es prioritario que estos proyectos sean recuperados por el Ministerio de Transportes y se incluyan en su agenda, pero para ello desde las instituciones abulenses y de Castilla y León se debe elevar el nivel de reivindicación, para que esos proyectos no caigan en un mayor olvido del que ya están. Ahora, de momento, lo fundamental es que ese proyecto que ya está en marcha para desdoblar ese tramo de la N-110 adquiera una continuidad, y una vez que se ha puesto en marcha su redacción afronte sus siguientes fases de trámites de exposición pública y licitación de obras con la máxima celeridad posible. Ávila no se puede permitir el lujo de que esas inversiones en infraestructuras se demoren infinitamente en el tiempo, porque a pesar de que se quiera destacar siempre su excelente ubicación geográfica, las carencias en comunicaciones en carreteras siguen siendo notables… y qué decir del tren. Pero ese es otro episodio que merece capítulo aparte.