Pequeñas grandezas

David Casillas
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El artista salmantino Venancio Blanco inaugura en el Auditorio de San Francisco una exposición formada por cinco esculturas y medio centenar de dibujos, casi todos protagonizados por Santa Teresa, realizados en servilletas de papel

Pequeñas grandezas - Foto: David Castro

Venancio Blanco, uno de los grandes artistas que ha dado Castilla y León y cuya valía le ha procurado un merecido renombre a nivel nacional e internacional, inauguró ayer en el Auditorio Municipal de San Francisco una exposición interesante, oportuna y singular que bien merece una visita sin prisa a ese espacio cultural; atractiva, porque contemplar la obra de un maestro que siempre se entrega con pasión a su labor es un privilegio que hay que disfrutar; puntual, porque aunque toca varios temas que son muy queridos por el artista es la recreación de la figura de Santa Teresa la principal protagonista de la colección; original, porque todas las obras seleccionadas para esta cita, excepto cinco esculturas, tienen como ‘lienzo’ servilletas de una cafetería.

La exposición, organizada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y la Fundación Venancio Blanco e incluida dentro de los actos del V Centenario de Santa Teresa, reúne medio centenar de dibujos en los que su autor da rienda suelta a su creatividad y exquisito oficio con una labor en apariencia humilde con la que inaugura muchas de sus jornadas de trabajo, desplegada en las servilletas de papel que tiene a mano mientras se toma un café cerca de su taller.

Es Teresa de Jesús el referente principal de esas obras en servilletas con las Venancio Blanco ‘desayuna con el dibujo’ y de las que «no desecho ni las malas», en varias ocasiones acompañada por San Juan de la Cruz, mujer profundamente admirada por el artista que comparte protagonismo con otros temas de siempre muy queridos por el artista salmantino, la tauromaquia, los retratos, las flores y la maternidad.

En esos dibujos se percibe el pulso de un maestro del dibujo, alguien de verdad capaz de hallar la esencialidad de unos trazos que con lo mínimo significan lo máximo y que, como valor añadido, redimen la vulgaridad de una servilleta de bar para alzarla a la categoría de digno soporte de una pequeña obra de arte.

Sonsoles Sánchez-Reyes, teniente de alcalde de Cultura, y Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, inauguraron ayer esta exposición que echa a andar en Ávila y que luego iniciará una larga itinerancia, coincidiendo ambos en destacar el mucho arte que atesora la cita.

Gonzalo Santonja definió como «dibujos memorables» esas pequeñas obras creadas por Venancio Blanco, una colección en la que comentó que se percibe un claro paralelismo entre el artista salmantino y la mística abulense, no sólo por el hecho de que ambos practiquen un «estilo natural» (que en Santa Teresa significó «poner por escrito y en limpio el lenguaje de la calle» y en Blanco «unos dibujos sin afectación ni abstracción, precisos y teresianos») sino también porque «hay una confluencia de modos y una identidad de personalidades» que llevan a la creación de «pequeñas grandezas».

Sonsoles Sánchez-Reyes agradeció al Instituto Castellano y Leonés de la Lengua la elección de Ávila para inaugurar una exposición de la que afirmó que «no puede perderse nadie porque aúna a un gran artista con la figura de Santa Teresa» en una cita «de gran belleza».

La exposición, abierta hasta el 27 de enero, puede visitarse de martes a viernes de 19,00 a 21,00 horas, sábados de 12,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00 y domingos de 12,00 a 14,00.