La UCAV evidencia el beneficio del ejercicio en salud mental

B.M
-

La universidad realizó un proyecto de investigación que demuestra que se evita el deterioro físico y cognitivo

La UCAV evidencia el beneficio del ejercicio en salud mental

Muchas veces se oye lo bueno que resulta hacer ejercicio. Pero la Universidad Católica de Ávila (UCAV) ha ido un paso más allá al realizar un proyecto de investigación que ha servio para demostrar que el ejercicio terapéutico evita el deterioro físico y cognifivo en pacientes con demencia y problemas de salud mental. Para llegar a estas conclusiones se puso en marcha un protocolo que vino a demostrar que con la propuesta se frena el deterioro físico, de modo que los pacientes no solo paran ese deterioro sino que «mejoran levemente».

Estas son algunas de las conclusiones que presentó Rosario Ferreira, investigadora principal del proyecto, que dio a conocer los resultados acompañada de Elena Sánchez, directora del grupo de investigación, así como representantes de los centros donde se hizo el estudio y fisioterapeutas.

El proyecto de investigación se presenta con el nombre de 'Efectividad de un Protocolo de Ejercicio Terapéutico en Pacientes con Demencia', como un  innovador estudio liderado por el grupo de investigación Salud y Calidad de Vida: Procesos de Intervención en Fisioterapia.

Elena Sánchez, directora del grupo, subrayó la importancia de los fisioterapeutas que implementaron el protocolo que buscaba evidenciar cómo el ejercicio terapéutico puede frenar la pérdida de capacidades funcionales y cognitivas en personas con demencia, una necesidad creciente en la población de Castilla y León. La conclusión son «resultados esperanzadores», en un sistema que se puede implementar, por lo que ahora se irán divulgando los conocimientos adquirirdos y se contactarán con centros para que esta herramienta pueda llegar a ellos.

La investigadora principal del proyecto destacó la importancia de abordar el deterioro cognitivo desde una perspectiva integral, incluyendo mejoras físicas y motoras. «Nuestro estudio ha evaluado a pacientes con deterioro cognitivo leve a moderado, desarrollando un protocolo de ejercicio aeróbico, fuerza, flexibilidad y coordinación durante doce semanas. Los resultados han mostrado mejoras significativas en la capacidad física y un freno en el deterioro cognitivo», explicó.

Los resultados preliminares revelaron que, aunque todas las variables funcionales y clínicas mejoraron, el impacto fue menor del esperado en un principio. Sin embargo, el seguimiento a seis meses mostró un deterioro significativo en pacientes que no continuaron con el ejercicio, confirmando la eficacia del protocolo en mantener y mejorar las capacidades físicas.

En el acto se contó con las responsables de centros donde se pudo testar este proyecto. Entre ellas, Aurora Fernández, directora de Alzheimer Ávila, que reafirmó la importancia de apoyar estos proyectos que aportan un valor añadido a las entidades y mejoran no solo el estado físico, sino también el emocional de los pacientes. Inma Pose, directora de Faema, destacó la necesidad de integrar la fisioterapia en los servicios de salud mental y discapacidad, evidenciando los beneficios cuantitativos en la calidad de vida de los usuarios. Ellos, recordó, ya fueron pioneros en incorporar a sus servicios la fisioterapia hace año y medio. En el proyecto también participó Mentalia Arévalo.

Alexander Almeida y Marcos Jiménez, fisioterapeutas en Alzheimer Ávila y Faema respectivamente, compartieron sus experiencias directas con los pacientes. Almeida se refirió a la creación de recuerdos positivos y mejoras en la vida diaria de los pacientes, con mejoras en las capacidades cognitivas y físicas. Puso énfasis en la creación de recuerdos, como el sacrificio, que se pueden llevar a su vida diaria.

Por su parte, Jiménez enfatizó  la satisfacción y el entusiasmo de los usuarios durante las sesiones de ejercicio y la mejoría que iban notando, lo que hizo que acudieran «con ilusión y ganas».

Todo eso que aprendieron con las sesiones, con los 35 participantes que terminaron el proyecto y con su plan de ejercicios aeróbicos, de fuerza, flexibilidad y coordinación, es lo que ahora queda como una evidencia científica que puede ser utilizada por centros y asociaciones que trabajen con personas con problemas de salud mental, aprovechándose así de los conocimientos que ahora tienen un estudio científico.