El recién nombrado viceconsejero de Transformación Digital, el abulense Luis Enrique Ortega, presentó el proyecto de humanización de carreteras en la provincia de Ávila, que llevará a invertir un millón de euros en las travesías de La Adrada, Serranillos y Burgohondo. Como él mismo recordó, se hace para permitir el impulso del transporte público, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad de vida de los vecinos. La inversión de Ávila forma parte de un proyecto global en la región con una inversión de nueve millones de euros (7,4 de fondos europeos) que llegarán a 30 poblaciones de las nueve provincias.
El viceconsejero compareció acompañado del delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández Herrero, y el director general de carreteras, Jesús Puerta, que se encargó de explicar que se trata de una iniciativa de "movilidad sostenible" que ahora mismo tiene los proyectos en supervisión con la idea de que en el primer trimestre de 2025 estén adjudicados y se puedan terminar para diciembre del próximo año cumpliendo así los requisitos de las ayudas europeas. Es decir, para finales de 2025 los pueblos tendrán sus remodeladas travesías.
La elección de los lugares se ha hecho según tres requisitos, que la travesía fuera de una carretera autonómica, que hubiera una parada de autobuses en la misma o cerca y que conectara con ciudades de más de 50.000 habitantes o capitales de provincia.
Son requisitos generales que luego se materializan con proyectos diferentes para cada travesía pero con una serie de ideas comunes que son mejorar o instalar casetas para las paradas de autobús, eliminar barreras arquitectónicas, encintado de las aceras, señalización horizontal y vertical y, en todos los casos renovación del firme, lo que en Ávila se traduce en 370 metros en Burgohondo, 760 en La Adrada y 715 en Serranillos.
Fue el propio viceconsejero quien ofreció algunos de los detalles de los proyectos abulenses que se encuadran en la líneas de ayudas de fondos Next Generation de impulsar el uso del transporte público, mejorando la accesibilidad y seguridad vial.
En Serranillos, explicó, se actúa en la margen derecha de la travesía para dar continuidad y hacer un itinerario accesible, conectando con los puntos de parada del transporte público regular. También se completa con un nuevo acerado y se acondiciona el refugio de espera existente, además de la parte de asfaltado que es común en todos los proyectos.
En Burgohondo es una "actuación parecida", completando la travesía y las aceras. Se actúa en la carretera AV-902 hasta la intersección con la AV-901 y hasta el parque de bomberos que se encuentra a unos 400 metros, avanzando hacia Navatalgordo. Además está el paseo peatonal en la parte derecha de dos metros de anchura, el extendido del asfaltado y la parte complementaria de señalización, pintando de pasos de peatones y las medidas de mejora de accesibilidad y seguridad.
En el caso de La Adrada hay que tener en cuenta que allí está la carretera CL-501, una "carretera importante" con una intensidad media diaria de paso de unos 6.900 vehículos.
Allí se hará un itinerario peatonal de casi un kilómetro de longitud y una anchura de dos metros. Además se diferencian dos partes, la parte del camino que está sobre la cuneta existente, para lo cual se instalará una tubería para evacuar aguas pluviales que se recogerán en sumideros, y luego la parte de continuidad en dos vaguadas que se salvarán con dos aceras voladas metálicas. El resto del acabado será en baldosa hidráulica normal.
En el punto final se instalará un refugio de espera como parada de autobús con luces LED alimentadas con placas fotovoltaicas.